símbolo de lucha contra la transfobia

Quién era Diana Sacayán, la activista argentina LGBTIQ+ víctima de un crimen de odio

Fue una de las voces más fuertes de Argentina en la lucha por los derechos de las personas sexualmente diversas, y vivió una vida de lucha contra el odio, la discriminación y la segregación. Fue asesinada por Gabriel David Marino en lo que fue reconocido como un crimen de odio, y recibió cadena perpetua.

Diana Sacayán fue brutalmente asesinada en un crimen calificado de transfemicidio.
Diana Sacayán fue brutalmente asesinada en un crimen calificado de transfemicidio.

Activista, líder, heroína, gestora del cambio. Diana Sacayán fue todo eso y más, en una sociedad en la que se le discriminó por ser mujer trans y que le quitó la vida por el mismo motivo.

Google reconoció este 2 de junio a la líder pro derechos humanos, que hoy tendría 45 años, quien fue brutalmente asesinada en 2015 a manos de un hombre cargado de odio contra su identidad trans. Su compromiso social y su incansable activismo dejaron una huella imborrable en la lucha por la igualdad y la inclusión.

Amancay Diana Sacayán nació el 31 de diciembre de 1975 en la provincia de Tucumán, pero su vida se desarrolló en la localidad de Gregorio Laferrere, en el Partido de la Matanza, provincia de Buenos Aires (a donde se trasladó con su familia de 15 hermanos). Desde joven, Diana fue víctima de violencia institucional debido a la persecución que sufrió por su identidad de género. En aquellos tiempos, la identidad trans era considerada un delito, y las fuerzas policiales fueron responsables de la discriminación y el maltrato que ella experimentó.

Para comprender el activismo de Diana, es importante tener en cuenta la discriminación y la criminalización que enfrenta el colectivo travesti-trans en Argentina. Esta discriminación se convierte en la raíz de todas las violencias que atraviesan a estas personas, negándoles derechos fundamentales como el acceso a la educación, la salud y un empleo formal. Diana luchó incansablemente para mejorar su propia vida y la de sus compañeras, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y esperanza.

Gabriel David Marino fue el único condenado por el crímen de Diana Sacayán.
Gabriel David Marino fue el único condenado por el crímen de Diana Sacayán.

Los logros de Diana Sacayán sobreviven para las futuras generaciones

Diana se involucró en diversos ámbitos de activismo en defensa de los derechos de las personas trans. Formó parte del Programa de Diversidad Sexual del INADI, donde trabajó incansablemente para promover la igualdad y la inclusión. Además, dirigió la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y fundó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), organizaciones que se convirtieron en referentes en la lucha por la igualdad de derechos.

De las varias poderosas victorias que tuvo Diana, una de las más significativas fue la aprobación de la Ley de Cupo Laboral Trans. Esta ley establece que el sector público de la Provincia de Buenos Aires debe ocupar, al menos, el 1% de su personal con personas travestis, transexuales y transgénero que cumplan con los requisitos necesarios para el cargo. Este avance significativo en la igualdad de oportunidades en el empleo público ha tenido un impacto profundo y ha sentado las bases para futuras legislaciones a nivel nacional.

El asesinato de Diana Sacayán y la sentencia a Gabriel David Marino por transfemicidio

Diana murió a manos de Gabriel David Marino, un joven que la asesinó por su condición de persona trans, y que fue condenado como coautor del “homicidio agravado por odio de género y violencia de género”. El fallo del tribunal reconoció que entre los motivos del crimen está el odio a la identidad trans de la víctima.

Tristemente, no pudo presenciar la trascendencia ni los resultados de estas medidas debido a su trágico asesinato el 11 de octubre de 2015. Su cuerpo presentaba un total de 27 lesiones, y las hemorragias internas y externas fueron la principal causa de su muerte.

Durante el ataque, fue golpeada, atada de manos y pies, amordazada y apuñalada con un arma blanca. En 2018, Marino fue condenado a cadena perpetua (que en Argentina equivale a 35 años de cárcel). El fallo en el caso de Diana Sacayán se convirtió en el primero en el país en incluir el inciso 4 del artículo 80 del Código Penal, que agrava los homicidios cometidos por odio de género.

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