"¿PARA QUE NOS HACE FALTA EL BANCO MUNDIAL O EL FMI? PARA NADA" DIJO CHAVEZ

Venezuela se despide del FMI y del BM y emprende ruta del Banco del Sur

Apoyado en las abultadas reservas venezolanas provenientes de los altos precios petroleros, el presidente venezolano Hugo Chávez, que propugna el «socialismo del siglo XXI», lanzó el año pasado la idea del Banco del Sur como una alternativa financiera para los países de América Latina e incluso de Africa.

«¿Para qué nos hace falta el Banco Mundial o el FMI? Para nada. Vamos a crear nuestro propio banco, y coloquemos allí nuestras reservas. Tenemos ya que terminar de desprendernos de las cadenas del norte, de esas instituciones creadas para dominar al mundo», lanzó Chávez esta semana.

Venezuela anunció en abril que había cancelado con cinco años de anticipación las deudas que aún mantenía con el BM y el FMI, y en ese momento el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, declaró que su país «ahora es libre» y «no tendremos que consultar con nadie las políticas económicas».

El Banco del Sur es «un proyecto destinado a reconstruir la arquitectura financiera internacional desde abajo», declaró a la AFP el ex ministro de Finanzas de Chávez, el economista Tobías Nobrega.

«No se trata de plantearlo como un sustituto inmediato del FMI o del BM, pero a la larga forma parte de un proceso en el que se irá construyendo una red de instituciones que responda a principios de gobierno mucho más democráticos», añadió.

Una reunión de ministros de Economía y Finanzas realizada esta semana en Quito acordó constituir el Banco del Sur para junio, con capitales de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay y Venezuela.

Venezuela adhirió al FMI en 1945, y en los 62 años en que ha permanecido en ese organismo sólo durante dos (1989-90) tuvo un programa diseñado por esa institución, recordó a la AFP el economista José Guerra.

Entonces, el recién estrenado gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (1989-93) tramitó con el FMI un crédito de 3.000 millones de dólares para resolver un problema de balanza de pagos, cuya primera medida -el aumento del precio de la gasolina- detonó el «Caracazo», una semana de disturbios y saqueos reprimida con un balance de centenares de muertos.

«Pero Venezuela ha sido el país de América Latina en el cual el FMI ha tenido menor incidencia en el diseño de las políticas económicas, a diferencia de Argentina y Brasil, donde sí ha jugado un papel importante», señaló Guerra.

El economista descarta que la salida de Venezuela del FMI, que aún debe formalizarse, tenga en lo inmediato consecuencias relevantes para el país, pues «se trata de un organismo muy desprestigiado, sobre todo luego de las crisis asiática y argentina».

En cambio, la salida del BM «cierra una vía de financiamiento que podría ser útil al país en algún momento», agregó.

Venezuela acumula tres años de alto crecimiento económico, y en 2006 el Producto Interno Bruto se incrementó 10,3%.

Sin embargo, algunos economistas advierten que la salida de Venezuela del FMI dificultaría el acceso al crédito internacional, en caso de que el país lo requiriese a mediano o largo plazo, pues se exige el visto bueno del organismo multilateral para otorgar préstamos.

Además, las misiones del FMI dejarán de venir a Venezuela y de elaborar sus propias estadísticas sobre el país. «Si un país se sale del FMI hace pensar que algo se hará mal», indicó Guerra.

Para el economista Emeterio Gómez, la salida de Venezuela de los organismos multilaterales, así como su impulso al Banco del Sur, «plantea el tema no sólo en términos bancarios y financieros, sino en términos de sociedad».

La decisión «profundiza de manera radical la intención de implantar un sistema socialista», enfatizó en diálogo con la AFP.

También se ha alertado sobre el efecto que tendría esa salida sobre los bonos de deuda que ha colocado Venezuela en los mercados financieros internacionales, pues se podría invocar la cláusula de incumplimiento técnico.

Nóbrega restó importancia a esas advertencias, al aseverar que «por el enorme exceso de liquidez, los inversionistas están ávidos por mantener títulos de alto rendimiento, incluso si estos se cotizan por debajo de par».

«Hoy los bonos de mercados emergentes son un bien escaso y la mayor parte de la deuda venezolana se cotiza por encima del 100%», aseguró Nóbrega. *

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