INFLACIÓN

PIT-CNT estima que para lo que resta del año la inflación persistirá en niveles elevados

El Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT estima que para lo que resta del año 2022 la inflación persistirá en niveles elevados, sensiblemente por encima del rango meta establecido por el gobierno, que además a partir de setiembre de 2022 se acotará a una franja de entre 3% y 6% interanual.

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Días pasados se conoció un documento del Instituto Cuesta – Duarte denominado: “Apuntes sobre la inflación, segundo trimestre de 2022”.

En el informe, que difundió el PIT-CNT, se expresa que la inflación acumulada en lo que va del presente año asciende a 6,04% lo que resulta un porcentaje “elevado para un semestre”.

Se indica, asimismo, que teniendo presente que la estimación de inflación del gobierno era de 5,8% para todo el año 2021 y ese fue el porcentaje incorporado en la mayoría de los ajustes salariales del sector privado y del sector público, el Instituto Cuesta – Duarte considera que la inflación ocurrida en el primer semestre ya absorbió más que el total del ajuste salarial por inflación de todo el año. “Lo que implica una continuación del deterioro del poder adquisitivo de las remuneraciones de los trabajadores uruguayos”.

Se detalla que en los cuatro meses que van de marzo a junio del presente año, la inflación se ha mantenido en una franja de entre 9,2% y 9,4%. “Estos porcentajes se encuentran significativamente por encima del rango meta interanual definido por el Banco Central del Uruguay (3% a 7%)”.

Fenómeno multicausal

En el informe, del cual dio cuenta el PIT-CNT, se recuerda que la inflación es un fenómeno multicausal. “Para una economía pequeña y abierta como la uruguaya, lo que sucede en el contexto internacional es fundamental para explicar lo que ocurre con la inflación interna, en el entendido de que los precios de buena parte de los bienes que consumen los hogares uruguayos, se fijan en el mercado mundial”.

Por otro lado, Cuesta – Duarte analiza “la forma particular en que las presiones inflacionarias internacionales operan en cada economía nacional concreta, en función de las relaciones sociales existentes entre los distintos agentes económicos privados, así como el papel que juega la política económica”.

En el informe se reconoce que la inflación a nivel internacional se encuentra en los niveles “más altos en décadas”.

“Este escenario se explica por la conjunción de varios factores. Por una parte, es consecuencia de las políticas expansivas desarrolladas por las potencias económicas durante la crisis del Covid-19 y como estrategia de salida de la misma. Por otro lado, la salida de la pandemia trajo consigo la recuperación de la demanda de productos alimenticios y otros commodities, en particular desde los países asiáticos, lo que provocó un incremento significativo de sus precios. Finalmente el conflicto bélico en Europa del este, iniciado en febrero de este año y actualmente en curso, generó presiones inflacionarias adicionales, por tratarse de países productores de alimentos y fertilizantes, así como por la inestabilidad que una situación conflictiva provoca en la economía mundial”, se detalla en el informe.

Se remarca, asimismo, que en los últimos 12 meses, los combustibles tuvieron “incrementos significativos en sus precios en nuestro país, lo que tiene como consecuencia la propagación de las presiones inflacionarias al conjunto de la economía. El precio del gasoil acumula un incremento de 43%, mientras que el precio de la nafta se incrementó un 24% en igual período

Perspectivas

El Instituto Cuesta – Duarte indica que la inflación en Uruguay se relaciona con la estructura de los mercados predominantes en la economía uruguaya. Las empresas con posición monopólica u oligopólica en eslabones clave de las cadenas de producción, distribución y comercialización de productos les da la posibilidad de moverse de manera más ventajosa en un contexto inflacionario, remarcando precios como forma de recomponer su margen de rentabilidad y en algunos casos apropiando ganancias extraordinarias. La otra cara de la carestía que enfrenta la mayoría de la población, es la concentración de las ganancias por parte de grandes empresas de capital nacional o extranjero”.

Se expresa también que las medidas del gobierno de mantener el precio de la garrafa de súper gas durante el invierno y reducir su precio en un 50% para los hogares que cobran transferencias monetarias del MIDES, son medidas que “pueden contribuir a mitigar incrementos anteriores y aliviar a los hogares, particularmente aquellos que se ubican en la escala de ingresos más bajos”.

Mientras que algunas medidas puntuales para reducir los precios de algunos productos alimenticios vía exoneración de IVA, las califica de “muy insuficientes”.

“Es dudoso que estas medidas se trasladen efectivamente al precio final de los productos, pudiendo ser este beneficio apropiado por agentes que participan de la cadena de distribución y comercialización de los mismos”, se expresa en el informe.

“Entendemos que es importante tratar de reducir los incrementos de precios de estos rubros sensibles para los sectores populares, pero en este contexto, sería más razonable y efectivo el camino de la reducción transitoria de IVA a un conjunto más grande de productos y el control mediante medios electrónicos de que dicha exoneración se traslade al precio final”, propone el Instituto Cuesta – Duarte.

En el estudio se asegura que para lo que resta del año 2022 se espera que la inflación “persista en niveles elevados, sensiblemente por encima del rango meta establecido por el gobierno, que además a partir de setiembre de 2022 se acotará a una franja entre 3% y 6% interanual”.

“Esto tiene que ver con que se visualiza que van a continuar las presiones inflacionarias del mercado internacional. No obstante, esperamos una leve desaceleración de la inflación hacia el cierre del año, vinculado a cierta moderación de las presiones inflacionarias externas (en comparación al primer semestre), una moderación del cronograma de ajustes tarifarios vinculada al ciclo político y algo de efecto diferido que puedan tener las medidas tomadas a lo largo del primer semestre por el gobierno nacional. En nuestra proyección la variación del IPC se ubicaría en torno al 8,6% a finales de 2022”, vaticina el Instituto Cuesta – Duarte.

También expresa que considerando los ajustes salariales recibidos por los distintos sectores de la actividad pública y los trabajadores estatales, así como los previstos a partir del 1º de julio, “es altamente probable que el salario real medio no aumente en el año 2022 respecto a 2021. De esta forma el poder de compra del promedio de los trabajadores asalariados se seguirá ubicando en un nivel aproximadamente 4% inferior al que se tenía antes de la pandemia”.

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