Candidato de Cabildo Abierto por Soriano niega que muerte de Roslik fuera por las torturas que sufrió

El candidato de Cabildo Abierto a la Intendencia de Soriano, Alberto Loitey, relativizó la muerte del médico Vladimir Roslik, quien fue torturado y asesinado en el batallón número 9 de Fray Bentos el 16 de abril de 1984.

Roslik fue señalado por los represores de ser partícipe de un supuesto complot comunista contra el gobierno de facto y de introducir al Uruguay armas desde la Unión Soviética. El parte firmado por el médico del batallón, Eduardo Sáis, decía que murió «por paro cardíaco» y «sin violencia», algo que respalda el candidato de Cabildo Abierto.

«Murió por un paro cardíaco, como muere cualquiera», dijo, relativizando una de las tantas muertes por tortura que hicieron los militares durante la dictadura uruguaya.

El candidato del partido ultraderechista fue indagado en su momento por el caso Roslik. En una entrevista concedida al semanario El Eco el 1° de agosto reconoció que estaba prestando servicio en el batallón en cuestión pero negó haber participado de agresiones físicas a los que estaban ahí detenidos, incluido Roslik, quien era el médico de la comunidad rusa de San Javier. «Como yo no estuve en el tema no le puedo dar detalles, porque no los conozco», aseveró.

Agregó que «cada uno siguió con su carrera» después de las indagatorias y que solo «los jefes» fueron procesados. «Yo no tuve ningún problema», añadió.

«Hay revanchismo»

Además de negar los hechos tal como sucedieron y como los sanjó la Justicia, Loitey está totalmente alineado con la idea de Cabildo Abierto de «pasar la página» y dejar de juzgar a los militares que aún viven que cometieron crímenes en la dictadura, tal como lo plasmó Guido Manini Ríos en su proyecto de ley de reinstauración de la ley de caducidad.

Ve una suerte de «revanchismo» en la condena a los culpables y que hay un intento por «mentir a las nuevas generaciones». «Hay que terminar con el discurso que instaló el Frente Amplio que sostiene que había una dictadura y que vino el MLN a salvarnos», disparó el político.

En 1984  la Justicia Militar procesó al mayor Sergio Caubarrere por “ataque a la fuerza moral de las Fuerzas Armadas por abuso de autoridad y homicidio culpable”. Pero estuvo preso cuatro meses y 18 días. Asimismo, indagó a otros militares, entre ellos al entonces teniente 2º Alberto Loitey, por la “detención y muerte del doctor Roslik”.

 

En abril de 2020 el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, presentó ante la Suprema Corte de Justicia un recurso de casación para reabrir la investigación del homicidio de Roslik.

Perciballe manifiesta en su escrito que «se disponga que el homicidio del Dr. Vladimir Roslik Bichkov, al tratarse de un crimen de lesa humanidad, no ha prescrito».