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“La Paloma no se vende” y “no vengas más”: Alejo Umpiérrez no es bien recibido en varios balnearios

El intendente nacionalista fue recibido con poco y nada de beneplácito por los residentes del popular balneario rochense. Parte de la polémica tiene que ver con el desalojo de un premiado proyecto ambientalista.

 

En las últimas semanas, las tensiones entre el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez (Partido Nacional), y el alcalde del municipio de La Paloma, Sergio Muniz (Frente Amplio) han ido en una escalada que terminó en fuertes protestas este fin de semana con una ronda de abucheos y consignas contra la presencia del intendente en el popular balneario.

Todo comenzó tiempo atrás, al inicio de la actual gestión, cuando Umpiérrez se presentó en el local de la organización ambientalista La Paloma Limpia, para anunciar que debían desalojar el local para entregarlo a la intendencia.

Cabe destacar que esta organización ganó un Premio Nacional de Ambiente y funciona en La Paloma desde 2018, impulsado desde ese año por el municipio y por Abono del Mar. Es un programa de gestión de residuos basados en la recolección por medio de familias, empresas, emprendedores y cooperativas locales que clasifican y valorizan residuos voluntariamente.

El municipio asegura que el local le pertenece al proyecto desde el inicio, pero hay un tecnicismo: los municipios no tiene personería jurídica, por lo que la intendencia puede, si quiere, pasar por encima de las decisiones territoriales y quedarse con los espacios. Esto colisionaría con la Ley de Descentralización y Participación Ciudadana, que otorga cierta autonomía a los municipios y, en ese particular, hay conflicto a la vista.

Según publicó recientemente Caras y Caretas, el motivo del desalojo está relacionado con la búsqueda de un local para la instalación del canil de Bienestar Animal. Esto estaba siendo manejado por el municipio pero transfirió la responsabilidad a la intendencia porque, en realidad, le corresponde, y cobra un impuesto para eso.

Sin embargo, la administración Umpiérrez tercerizó esto a una organización civil argumentando que no estaban en condiciones de manejar el asunto. La Paloma Limpia opera en el mismo predio que Abono de Mar, otro proyecto innovador en el departamento que hace unas semanas fue desalojado y trasladado a Rocha, aparentemente debido al fuerte olor que emanaba en la intersección de las rutas 10 y 15.

Sin embargo, hay rumores mencionados por el medio citado que sugieren que la construcción de una cancha de polo por parte de un empresario francés en terrenos cercanos pudo haber influido en esta decisión. La intendencia considera que el lugar ahora está desocupado, aunque La Paloma Limpia no ha sido trasladada y existe interés por parte de la intendencia en utilizar ese espacio.

Costa Azul, Rocha, lugar en donde obras de la administración Umpiérrez causaron un grave impacto para los vecinos. Foto: grupo Vecinos en Defensa de Nuestra Playa
Costa Azul, Rocha, lugar en donde obras de la administración Umpiérrez causaron un grave impacto para los vecinos. Foto: grupo Vecinos en Defensa de Nuestra Playa

“No vengas más”: Umpiérrez abucheado en La Paloma

El viernes pasado Umpiérrez participó en la celebración del 149º aniversario de La Paloma. Sin embargo, al salir del evento, se encontró con un grupo de manifestantes que expresaron su desacuerdo de manera enérgica y le mostraron que es poco grato en la localidad.

En un video compartido por el portal Crónicas del Este, se pueden escuchar consignas como “La Paloma no se vende” y “no vuelvas más”.

Este descontento generalizado también está también relacionado con un desastre ambiental en Costa Azul, del cual culpan a la administración Umpiérrez, ya que habría sido consecuencia de unas viviendas privadas. Según publicó en agosto La Diaria, vecinos denunciaron que unas obras hechas para proteger unas pocas viviendas privadas y un hotel bloquearon el acceso a la playa: la medida es criticada por académicos que afirman que “no se puede ir contra la naturaleza”.

Aunque Umpiérrez celebró con bombos y platillos la inauguración de esta obra, que abarca cerca de 1.000 metros de largo, los vecinos aseguran que se crearon playas privadas y se bloqueó el acceso a la costa para la comunidad.

“Nuestra casa la hizo mi abuelo, comenzó cuando mi madre tenía un año. La casa tiene 63 años en este momento. Nuestra familia se reúne allí, siempre en las mesas largas, porque somos 17 nietos. Es mi lugar en el mundo, no puedo decirlo de otra manera; todos lo vivimos así, hasta los más chiquitos. Siempre digo que no puedo ser objetiva cuando hablo de Costa Azul”, comienza contando Cecilia, una de las integrantes del grupo Vecinos en Defensa de Nuestra Playa, que nació a raíz de la obra, citada por La Diaria.

“Lo que sucedió fue que de repente estaban haciendo pozos con máquinas a una profundidad impresionante. No sabíamos qué iba a pasar. De repente nos veíamos con un muro de piedra, sin playa, y no sabíamos por qué. Después de que surge toda la movida de nuestro grupo, nos enteramos de que la intendencia resolvió hacer el muro como medida de contención del mar para que no se afecte a las casas que están en primera línea”, agregó.

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