Ola de calor en los Andes durante el invierno alerta sobre la aceleración del cambio climático, dicen expertos

El excepcional calor invernal en la cordillera de los Andes, la principal de Sudamérica. Recientemente, se registraron temperaturas de hasta 37 °C, advirtiendo a los científicos locales que lo peor podría estar por venir debido a la perturbación climática provocada por el hombre y El Niño.

Esta situación está causando estragos en toda la región, especialmente en los Andes de Chile central, donde la ola de calor está derritiendo la nieve por debajo de los 3.000 metros (9.840 pies). Este fenómeno tendrá efectos colaterales para las personas que viven en los valles río abajo, ya que dependen del agua de deshielo durante la primavera y el verano.

Las altas temperaturas invernales en el norte de Chile han alcanzado niveles récord en 72 años, como señaló el climatólogo de la Universidad de Groningen, Raúl Cordero. En la estación Vicuña Los Pimientos, ubicada en la región de Coquimbo, se registraron 37 °C, una situación provocada por una combinación de factores, incluyendo el aumento de las temperaturas globales, el fenómeno de El Niño y las rachas de levante, conocidas localmente como «vientos terrales» que traen consigo un clima cálido y seco.

Según el blog Extreme Temperatures Around The World, decenas de estaciones meteorológicas ubicadas a más de 1.000 metros de altitud registraron temperaturas superiores a los 35°C en pleno invierno. Esta anormalidad climática representa una gran preocupación, ya que las altas temperaturas exacerban las sequías en el este de Argentina y Uruguay, además de acelerar el deshielo en la región.

La región entera también afectada por el calentamiento global

La escasez de agua se ha convertido en un problema grave en la capital de Uruguay, Montevideo, y sus alrededores, donde los embalses se están secando y el agua del grifo ya no es potable. América del Sur ha experimentado uno de los períodos de enero a julio más cálidos jamás registrados, afectando a países como Chile, que ha enfrentado incendios forestales a principios de año y ahora lucha contra sequías prolongadas.

Santiago, la capital de Chile, ha experimentado una serie de olas de calor desde enero, y se prevé que supere el récord de 10 olas de calor establecido en 2020. Esta situación plantea una seria preocupación para la salud pública, la agricultura y la biodiversidad de la región. La falta de precipitaciones y el derretimiento prematuro de la nieve están afectando gravemente a la disponibilidad de agua dulce en la región andina.

Para combatir esta situación, es fundamental abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los gobiernos locales y nacionales deben tomar medidas urgentes para implementar políticas y acciones que promuevan la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Es vital fomentar el uso responsable de los recursos naturales y promover energías limpias y renovables.

Si no se toman medidas efectivas, los impactos del cambio climático en los Andes podrían ser devastadores. El retroceso de los glaciares y el aumento del nivel del mar podrían afectar seriamente a la biodiversidad y la vida de las comunidades locales que dependen de los ecosistemas andinos para su subsistencia.

Es importante destacar que el cambio climático no solo afecta a la región andina, sino que es un desafío global que requiere una acción conjunta a nivel internacional. Los países deben colaborar y comprometerse a reducir las emisiones de carbono y promover prácticas sostenibles en todos los sectores.