Hay que avisarle

Un solo trompo

Por Enrique Yanuzzi

Hoy comienza una liguilla para alquilar balcones. Se le podría llamar el fútbol barrial. Casi amateur. Así está la vieja y querida divisional B. Hoy hasta le cambiaron de nombre, le llaman la Segunda Divisional Profesional. Claro que de profesional, precisamente, tiene muy poco. Tan poco, que hasta la quieren dejar afuera del famoso proyecto. De todas formas están las camisetas, la historia, el barrio, el pasado, los partidos, las victorias, las derrotas, las trenzadas y el sueño. Esto último lo más importante. El deseo de volver. En cuatro equipos hay dos que fueron dueños del fútbol uruguayo. Central Español en el 84, récord total, vino como campeón de la B y luego fue Campeón Uruguayo de la A. Progreso logró el campeonato del 89 y llevó para la humilde y querida Teja la gloria. Estos dos linajudos equipos están acompañados por el viejo Fénix de Capurro y El Tanque Sisley, mezcla de Centro, Aguada y Carrasco. No voy a correr el riesgo de ponerme en atrevido y opinar de lo que pueda pasar. No vi un solo partido del torneo de ascenso. Hoy voy a tener la felicidad de reencontrarme con ese fútbol que uno tanto quiere. Por todo esto, lo que se juega es muy grande. La responsabilidad también. No he visto a los equipos, pero en cambio conozco a los entrenadores. El «Coco» Beethoven Javier tiene un estilo muy particular, sus equipos juegan al fútbol, además el olimareño tiene el antecedente grande de haber subido contra viento y marea a Huracán Buceo. Igual que en aquella oportunidad, la va a pelear con gente joven. Los palermitanos tienen el antecedente estadístico de ser los únicos vencedores de Wanderers el campeón de la temporada, le ganaron las dos veces. Fénix también tiene un entrenador con pergaminos grandes. Miguel Angel Puppo ya sabe lo que es ser campeón. Lo fue dos veces con Basáñez. Una vez no pudo subir por las sanciones, al otro año mató. Además Puppo dirigió a Nacional y tuve la sensación que se fue mal, que debió seguir hasta el final del 97. Progreso tiene un joven técnico, con mucha experiencia europea, fue titular y capitán del Elche de España durante seis años, jugando en la primera división peninsular. Esos años lo marcaron y se nota en su perfil de técnico que quiere un cambio, con mayor dinámica y buen fútbol. El Tanque Sisley muestra a Wilmar Cabrera, al igual que Aníbal Montero, jugador de equipo grande, con larga experiencia internacional, con muchos goles en España y Francia. Entrenador innovador, que por algo llevó al equipo de Santa Mónica a un lugar de definiciones que antes de comenzar el campeonato era impensado. Cuatro nenes para un solo trompo; hoy se comienza a escribir esta historia.

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