EL HOMBRE DETRAS DEL PERSONAJE

-Hablanos un poco de Pablo Fabregat.

-Después de terminar el liceo, con fines de ser periodista, y sobre todo deportivo, me anoté en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica. Ahí lo tuve de profesor, de segundo a cuarto, a Gustavo Rey, que fue el que descubrió mi veta cómica. En 2003 me preguntó si quería hacer algo en Océano y se le ocurrió que interpretara un personaje cómico, en el programa «Caras y más caras».

Como los oyentes eran considerados como primos, a mí se me ocurrió que sería tío. Y el nombre Aldo surgió porque todo sonaba como una sola palabra: «Tío Aldo». Salía una hora por semana. Hice el personaje hasta diciembre del 2006, cuando el programa cumplió 20 años. En el 2004 ya había empezado a hacer producción y un poco de conducción como Pablo Fabregat. Había mucha gente que no se daba cuenta de que yo era el Tío Aldo. Despúes Miguel Angel Dobrich me dijo para entrar en «La Culpa es Nuestra», y ahora en enero hago «Se mira y no se toca».

-¿Tiene muchas cosas de vos el Tío Aldo?

-Si, puede tener algún gusto. Pero todo es extrapolado a lo máximo de lo absurdo.