Población de Uruguay creció 1% en 12 años y solo gracias a la migración: ¿Estamos en vías de extinción?

En un escenario que despierta preocupación, Uruguay se encuentra estancado en cuanto a crecimiento poblacional se refiere, con una disminución drástica en los nacimientos y una aceleración en el envejecimiento de su población. Los datos preliminares del Censo 2023 revelan que el país sudamericano alberga a 3.444.263 personas, apenas un 1% más que la cifra registrada en 2011. Este mínimo aumento poblacional se atribuye, según las estadísticas presentadas la semana pasada, a la llegada de cerca de 62.000 inmigrantes. Una tendencia histórica que ha cobrado fuerza en los últimos años, alimentando sombríos pronósticos sobre el futuro demográfico del país.

La natalidad y la población en el Uruguay están en caída libre.
La natalidad y la población en el Uruguay están en caída libre.

En un escenario que despierta preocupación, Uruguay se encuentra estancado en cuanto a crecimiento poblacional se refiere, con una disminución drástica en los nacimientos y una aceleración en el envejecimiento de su población. Los datos preliminares del Censo 2023 revelan que el país sudamericano alberga a 3.444.263 personas, apenas un 1% más que la cifra registrada en 2011.

Este mínimo aumento poblacional se atribuye, según las estadísticas presentadas la semana pasada, a la llegada de cerca de 62.000 inmigrantes. Una tendencia histórica que ha cobrado fuerza en los últimos años, alimentando sombríos pronósticos sobre el futuro demográfico del país.

En 2011, Uruguay presenció el nacimiento de 46.000 personas. Sin embargo, las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2022, que anticipaban alrededor de 44.000 nacimientos, quedaron considerablemente cortas, ya que solo se registraron 32.000 nuevos uruguayos. Diego Aboal, director del INE, durante la presentación del Censo 2023, expresó: “Cada niño será muy preciado”.

En este evento se explicó que la desaceleración en el crecimiento poblacional es un fenómeno global que afecta a Uruguay desde 1985 y se intensificó con la marcada disminución de los nacimientos a partir de 2016. En estos siete años, la tasa global de fecundidad, que indica el promedio de hijos por mujer, cayó de 2,0 a 1,2.

El descenso de la fecundidad se da en la dirección esperada, pero con un ritmo inesperadamente veloz”, señala Ignacio Pardo, doctor en Sociología e investigador del Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, en entrevista con el diario El País de España.

Más del 50% de este descenso se observa entre mujeres menores de 25 años, lo que incluye una disminución en los embarazos adolescentes no intencionales. Pardo atribuye estos cambios a una mayor capacidad para la planificación, políticas públicas específicas y la difusión de métodos anticonceptivos como el implante subdérmico, disponible de manera gratuita en el sistema de salud pública.

La caída en la fecundidad en otras edades es multifactorial, según Pardo, quien menciona desafíos como la dificultad para equilibrar el trabajo remunerado con la crianza de los hijos y la creciente “puesta en cuestión” de la maternidad como un plan superior. También se considera la incertidumbre laboral y conyugal, factores que podrían haber influido en las mujeres, que representan el 52% de la población. Pardo destaca que aunque algunas de estas dimensiones pueden cambiar, es altamente probable que la fecundidad no vuelva a superar los dos hijos por mujer en promedio.

El investigador aboga por adaptarse a este escenario en lugar de combatirlo, concentrando los esfuerzos en el bienestar de la población en este contexto demográfico. Aunque ha habido pronósticos alarmistas sobre una eventual extinción de los uruguayos, Pardo se distancia de estas posturas, calificándolas como nostalgia por el “aparente poderío” de las poblaciones en crecimiento. Uruguay alcanzó los 3 millones de habitantes en 1986 y, actualmente, con menos de 3,5 millones, está presenciando el fin de su crecimiento poblacional. La tendencia ha sido constante, marcada por una tasa de fecundidad históricamente baja en una población predominantemente urbana, donde el 96% de los uruguayos reside en ciudades, concentrándose en las principales capitales de la costa sur del país.

Los responsables del censo concuerdan en que la baja tasa de natalidad es el factor principal detrás del estancamiento poblacional. Desde 2021, las muertes superaron a los nacimientos, con 39.000 fallecimientos frente a 32.000 nacimientos. Contrario a épocas pasadas, la emigración no se señala como una causa significativa en esta desaceleración, ya que casi 600.000 uruguayos residen en el extranjero, y se estima que la corriente migratoria se equilibra con el retorno de compatriotas. Aunque el país ha experimentado cambios demográficos notables, la atención se centra ahora en cómo Uruguay puede adaptarse y prosperar en este nuevo y desafiante panorama poblacional.

Los datos del censo: Uruguay no logra crecer en población

El director técnico del INE, Diego Aboal, detalló que las proyecciones demográficas apuntan hacia una disminución en la población, a menos que ocurran flujos migratorios significativos. El funcionario también informó que esta tendencia se atribuye a una aceleración en la disminución de la tasa de natalidad y al envejecimiento de la población. Destacó que actualmente hay más de 26,000 personas mayores de 90 años viviendo en el territorio nacional, y la cifra de centenarios se duplicó en las últimas dos décadas, alcanzando los 822.

Además, según los datos presentados, en los últimos dos años, las defunciones superaron a los nacimientos.

En relación con el acelerado proceso de envejecimiento demográfico, Aboal subrayó que esto plantea un desafío y resaltó la importancia de este censo para reevaluar las políticas públicas en áreas como el cuidado, la salud, la productividad y la seguridad social para los próximos 10 a 20 años.

En otro aspecto, el jerarca mencionó que si no se considera la contribución de la migración, el país experimentaría una tasa de crecimiento negativa. Durante la jornada, también se revelaron datos sobre el acceso a servicios como agua potable y electricidad, con una cobertura del 92% y 99%, respectivamente.

Desde una perspectiva geográfica, el estudio indicó que el 96% de la población reside en áreas urbanas, mientras que un 4% lo hace en zonas rurales. Los departamentos con mayor crecimiento poblacional son Maldonado, Canelones, San José y Colonia, concentrándose cada vez más en la costa sur del país.

En cuanto a las mascotas, el censo registró un total de 2,134,520, incluyendo perros y gatos.

Finalmente, se dio a conocer que el tamaño promedio de los hogares, en términos de cantidad de personas, es de 2,5 residentes. En el censo anterior, realizado en 2011, esta cifra era de 2,8.

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