Se fugó otro peligroso narco que gozaba de prisión domicilaria sin tobillera

En tendencia con la seguidilla de fugas, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, reveló el escape de otro peligroso narcotraficante que se encontraba en prisión domiciliaria, sin contar con la debida tobillera electrónica de monitoreo. Este nuevo episodio ha generado interrogantes sobre la efectividad del sistema de control de reclusos en nuestro país.

Miguel Ángel Leal Da Costa Porto, conocido por sus actividades vinculadas al narcotráfico, fue detenido mientras se disponía a entregar una considerable cantidad de cocaína, sumando un total de 15 kilogramos.

Su detención culminó con una condena de cuatro años y siete meses de pena penitenciaria, dictada el 10 de febrero de 2022. Sin embargo, su situación cambió radicalmente cuando obtuvo la libertad anticipada el 27 de mayo del mismo año.

Esto significa que Da Costa Porto pasó apenas 105 días en prisión efectiva, es decir, tres meses y quince días, un período que, para algunos, resulta sorprendentemente breve dada la magnitud de sus delitos.

El hecho que genera mayor inquietud en este caso es la ausencia de una tobillera electrónica que monitoreara los movimientos de Da Costa Porto mientras se encontraba bajo prisión domiciliaria. Este detalle crucial ha despertado la sospecha de que los documentos de salud presentados para obtener este beneficio puedan ser falsos, un patrón preocupantemente similar al caso de Juan Antonio González Bica, quien también se fugó recientemente tras romper su tobillera electrónica.

El ministro Heber, en una declaración anterior, ya había expresado su preocupación por otro narcotraficante que se encontraba bajo el régimen de prisión domiciliaria y también llevaba una tobillera electrónica. El caso de Miguel Ángel Leal Da Costa Porto se suma a las investigaciones en curso dirigidas por la Dirección General del Represión del Tráfico Ilícito de Drogas y la fiscal de estupefacientes Mónica Ferrero.

Creciente tensión entre la Justicia y Luis Alberto Heber

En medio de la creciente controversia que rodea al Ministro del Interior, Heber, y su enfrentamiento con los jueces especializados en Crimen Organizado, una nueva fuga ha sacudido el sistema judicial uruguayo. Este escape ocurre en un momento en el que se debate intensamente sobre las medidas consideradas insuficientes por parte del Ministro para combatir el narcotráfico. Además, esta última evasión se suma a otros dos casos que están siendo investigados de cerca por la fiscal Mónica Ferrero, quien está examinando posibles casos de falsificación de informes médicos con el propósito de obtener alternativas a la prisión.

Uno de estos casos involucra al narcotraficante Juan Antonio González Bica, quien logró eludir su arresto domiciliario al romper la tobillera electrónica. Este individuo había obtenido la libertad condicional al presentar documentación médica que alegaba una grave insuficiencia renal. La jueza a cargo de este caso, María Helena Mainard, se encuentra en el centro de la polémica que rodea este incidente.

El tercer caso que está bajo la lupa de la fiscal Ferrero es el del narcotraficante Antony Suárez, quien fue detenido en diciembre de 2021 durante la operación Cartagena. Suárez fue trasladado a una clínica con una tobillera electrónica después de presentar documentos médicos que indicaban una patología que supuestamente le impedía permanecer en prisión. Estos casos han puesto de manifiesto las posibles deficiencias en el sistema de otorgamiento de medidas alternativas a la prisión y han desencadenado un acalorado debate sobre la necesidad de revisar y fortalecer los controles y procesos judiciales relacionados con estas situaciones.