A 50 años del golpe de Estado, la 28a Marcha del Silencio vuelve a pedir para que aparezcan los que nos faltan

Montevideo se vio inundado de un mar de personas en la emblemática Marcha del Silencio, llevada a cabo a lo largo de la avenida 18 de Julio. Bajo la consigna «¿Dónde están? Nunca más terrorismo de Estado», decenas de miles de manifestantes se congregaron para exigir justicia y rendir homenaje a aquellos que desaparecieron durante la dictadura.

El punto de encuentro fue en la intersección de las calles Rivera y Juan Jackson, desde donde marcharon hacia la Plaza Cagancha. En ese lugar, se leyeron los nombres de todos los desaparecidos, en un emotivo acto que busca mantener viva la memoria de las víctimas.

En la tarde del sábado, se realizó un sentido homenaje en el memorial de detenidos desaparecidos del barrio Cerro, donde se recordó a aquellos que perdieron la vida bajo el régimen dictatorial.

Minutos antes de que comenzara la marcha, Ignacio Errandonea, miembro de la organización Madres y Familiares de Uruguayo Detenidos Desaparecidos, expresó su emoción al ver la cantidad de personas presentes. «Es realmente conmovedor. También nos brinda tranquilidad, porque aunque no sabemos cuántos cortes de pelo más nos quedan, sabemos que la juventud ha tomado la bandera y seguirá luchando por encontrar a nuestros familiares. Eso nos da una gran tranquilidad», afirmó.

Recordando a los que no están

Esta iniciativa se lleva a cabo desde 1996 y cuenta con la participación de diversas organizaciones sociales, entre ellas Madres y Familiares Detenidos. Su objetivo es recordar y rendir homenaje a las víctimas de la dictadura cívico-militar que gobernó el país entre 1973 y 1985.

Además, durante la jornada del sábado se rindieron homenajes a dirigentes políticos asesinados, como Héctor Gutiérrez Ruíz y Zelmar Michelini, quienes perdieron la vida en ataques perpetrados el 20 de mayo de 1976.

«Ahora sabemos que no están vivos, pero queremos sus restos. Queremos enterrarlos, queremos llorar por ellos. Hemos llorado todo este tiempo, pero en silencio. Necesitamos eso, y es un castigo que nos hacen a las madres y los familiares», expresó Alba González Souza, de 89 años, al finalizar la 28ª edición de la Marcha del Silencio. Para ella, participar en esta movilización es de suma importancia.

González Souza es una de las tres madres de detenidos desaparecidos que aún viven, ya que muchas de sus compañeras fallecieron sin saber qué ocurrió con sus hijos. Ella hace hincapié en que la verdad y la justicia son más importantes que cualquier afiliación política. «No importa ser de un partido u otro, lo que importa es la verdad y la justicia. No pueden desaparecer así», subrayó González.