La importancia del etiquetado en los alimentos para la salud pública

¿Qué es el etiquetado de alimentos?

El etiquetado de alimentos es la información que se encuentra en los envases de los productos alimenticios. Esta información incluye la lista de ingredientes, la información nutricional, la fecha de caducidad, cantidad de calorías, si posee vitaminas, grasas saturadas, grasas trans y posibles alérgenos que pueden afectar la salud de los consumidores. El objetivo principal del etiquetado es proporcionar información clara y precisa a los consumidores para que puedan tomar decisiones informadas sobre los alimentos que compran y consumen.

Importancia para la salud pública

Es importante para la salud pública por varias razones. En primer lugar, permite a los consumidores conocer si el alimento en cuestión es apto para la persona. Por ejemplo, si eres diabético no deberías consumir productos que contengan exceso de azúcares. Es decir, es especialmente importante para aquellas personas que tienen alergias, intolerancias alimentarias o que padecen algún tipo de enfermedad que pueda ser perjudicada por una mala alimentación, ya que pueden tomar decisiones concientes sobre su salud y elegir mejores productos.

En segundo lugar, sirve para prevenir nuevas enfermedades relacionadas con la alimentación, evitando la obesidad, diabetes y enfermedades del corazón a edad temprana y a largo plazo.

En tercer lugar, también puede ayudar a prevenir el fraude alimentario. La información en la etiqueta permite a los consumidores verificar si el producto que están comprando es lo que realmente dice ser. Por ejemplo, si un producto se anuncia como «sin gluten», pero la etiqueta muestra que contiene gluten, los consumidores pueden evitar el producto y elegir otro que sea verdaderamente sin gluten.

Y existe un cuarto punto no muchas veces mencionado por el cuál es importante que la población cuide su alimentación: El medioambiente. La forma en que producimos y consumimos alimentos tiene un impacto significativo en el planeta.

Por ejemplo, la producción de carne y lácteos es una de las principales causas de deforestación y emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la agricultura intensiva y el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes pueden contaminar el suelo y el agua, dañando la biodiversidad y la salud humana.

Al elegir alimentos producidos de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, podemos reducir nuestro impacto negativo en el planeta. Optar por opciones vegetarianas o veganas, elegir alimentos locales y de temporada, y evitar el desperdicio de alimentos son solo algunas de las formas en que podemos ser más conscientes de nuestra huella ecológica.

Son muchos los productos que hoy en día declaran en sus etiquetas que están libres de maltrato animal, si son envases de plástico reciclable o algún material biodegradable, entre otras características que potencian la conciencia sobre su impacto ambiental.

Normativas sobre el etiquetado de alimentos

En muchos países, existen normativas y regulaciones que establecen los requisitos para el etiquetado de alimentos. Estas normas aseguran que la información que se proporciona en la etiqueta sea clara, precisa y no engañosa.

La ciencia ha respaldado la implementación del etiquetado obligatorio que indica los excesos de ciertos ingredientes en los alimentos como una medida efectiva para promover una alimentación saludable y prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación.

Por ejemplo, un estudio realizado en Chile después de la implementación del etiquetado frontal de advertencia mostró que las ventas de alimentos con altos niveles de sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas disminuyeron significativamente, mientras que las ventas de alimentos más saludables aumentaron. Otro estudio realizado en Estados Unidos encontró que si se redujera el consumo de sodio en un 10%, se podrían evitar hasta 28,000 muertes por año por enfermedades cardiovasculares en dicho país.

Otro ejempo es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una ingesta diaria máxima recomendada de sodio de 5 gramos. Sin embargo, la mayoría de los adultos consumen en promedio entre 9 y 12 gramos por día, lo que representa un grave riesgo para la salud. De hecho, se estima que alrededor de 1.648.000 personas mueren cada año en todo el mundo debido a enfermedades cardíacas relacionadas con el consumo excesivo de sodio, hecho que demuestra la importancia de discriminar los alimentos con este exceso.

Etiquetado de alimentos en Uruguay

En Uruguay, después de un largo debate, finalmente se implementó el etiquetado frontal de alimentos en forma de decreto. Este etiquetado, identificado con un octógono negro con letras blancas, comenzó a ser obligatorio a partir del 1 de febrero de 2018, después de varias postergaciones y modificaciones del decreto original.

El nuevo decreto establece que los alimentos envasados para ofrecerlos a los consumidores en Uruguay deben incluir el etiquetado nutricional en su cara frontal si en su proceso de elaboración, o en el de alguno de sus ingredientes, se ha agregado sodio, azúcares o grasas, y en cuya composición final el contenido de estos ingredientes exceda los valores establecidos en la normativa.

Sin embargo, a diferencia de la ley argentina por ejemplo, el decreto uruguayo no contempla la prohibición de exhibición de dibujos animados o similares en los envases.

La fiscalización del cumplimiento de estas disposiciones está a cargo del Ministerio de Salud Pública, y el incumplimiento de lo establecido es sancionado con multas dispuestas en la regulación sanitaria.

En definitiva, este nuevo etiquetado busca promover hábitos alimenticios más saludables y facilitar la toma de decisiones concientes por parte de los consumidores a partir de información verídica y completa brindada por parte de las empresas que lo elaboran.