"Me parece terrible" que Batlle le pidiera a Giordano que se quede

Tenista Diego Pérez: Una vez probé marihuana

Hoy está jubilado de las canchas y recuerda con nostalgia sus victorias frente a Boris Becker, Guillermo Vilas o Yannick Noah y haber alcanzado en 1981 el puesto 27 en la tabla mundial. En esta entrevista, el tenista Diego Pérez habla de aspectos de su carrera deportiva, reconoció que probó la marihuana, reflexiona sobre el caso Maradona y dice sentirse decepcionado de la realidad política.

–¿Es cierto que te costó tomarte el tenis en serio?

–Yo empecé a los cuatro años sin mucha conciencia de lo que estaba haciendo y así seguí. A los quince años jugaba tanto descuidando los estudios que la directora del colegio le dijo a mi madre que ese año lo tenía perdido. Lo mío no era ni el tenis ni nada. A mí no me gustaba estudiar y creí que el tenis era un escape y una inconsciencia. En esa época a nivel sudamericano me mataban a pelotazos y no le ganaba a nadie.

–¿Y eso te frustraba?

–No, porque me lo tomaba más o menos en serio y entrenaba dos veces por semana. Cuando me metí de lleno en el deporte me lo empecé a tomar en serio y tuve la suerte de viajar a Estados Unidos. A partir de ahí me copé y entrené duro, me cuidaba con una dieta especial sin saber con certeza si me iba a ir bien o mal.

–¿Haber llegado al puesto 27 en el ranking mundial también fue un hecho casual?

–No, hubo esfuerzo pero también tuve suerte. Para mi familia que no tenía medios económicos para bancar una carrera como esta fue un gran sacrificio. Debo reconocer que me fue bien. La suerte también la tenés que buscar y es algo muy importante. Yo entrenaba y viajaba a veces con 20 dólares en el bolsillo y cuando llegaba a algún lugar no tenía nadie que me viniera a buscar. En esa época los chicos de mi edad se la pasaban rompiendo las pelotas y divirtiéndose mientras que yo lo único que hacía era jugar tenis.

–¿Querés decir que sacrificaste parte de tu adolescencia?

–Sí, yo diría toda mi adolescencia, aunque también siempre me permití ciertas cosas como fumar tres o cuatro cigarrillos o tomarme una cerveza. Me acuerdo que cuando la gente me veía prendiendo un pucho después del partido se querían morir. Pero la contrapartida de eso es un entrenamiento riguroso que había que cumplir.

–¿Tuviste momentos en que quisiste largar todo?

–Sí, claro. Sobre todo cuando perdía o tenía un partido muy malo. A veces decía: «estoy podrido de hacer payasadas en la cancha, voy a dejar», pero después recapacitaba y seguía adelante. Mi carrera fue muy larga y eso también genera ese tipo de sentimientos. Hoy en día las carreras no duran ni ocho años.

–¿Alguna vez sentiste que el mundo se te acotaba a una cancha?

–Y, sí, porque estás todo el día para eso. Los periodistas te persiguen sólo para hablar de tenis y siempre es un tema recurrente.

Hoy en día no hablo nunca de tenis. Ya no me divierte mucho ver jugar al tenis salvo a André Agassi o algún otro. Hoy me dedico a organizar competencias, así que estoy entrenando un poquito y me sigo divirtiendo.

–¿Te pesan más las derrotas en la cancha o afuera?

–Las derrotas siempre me pesaron en la cancha y fuera de ella. En un partido no se sabe cómo te puede influir el viento, el juego del otro o cómo va a estar uno en la cancha.

–¿Alguna vez subestimaste a algún rival o sentiste que lo hicieron con vos?

–No, yo siempre tuve la característica de que en un día bueno le he ganado hasta al número uno del mundo y en un día malo perdí con cualquiera.

–¿Te da nostalgia haber dejado el tenis profesional por el camino?

–Sí, claro. Me da nostalgia la conexión con el público en los partidos que jugaba en Uruguay. Sentir que tenés a todo el país que parece que te está apoyando es algo que no voy a poder volver a vivir.

–¿Te tentó alguna vez la idea de tomar algo que te estimulara para lograr mejor potencia?

–Yo sé que había gente que lo buscaba. En el tenis no hay pastilla que te prometa pegarle bien a la pelota. Las pocas veces que me han dicho «yo tengo unas pastillas que no te van a hacer nada que te van a sacar el cansancio», nunca las acepté.

–¿Justificás el manejo de Maradona con la droga?

–No, no lo justifico, pero nadie puedeponerse en la piel de él. Maradona hay uno solo y el hecho de ser tan famoso y de manejar tanta plata hace que la vida deje de ser normal. Creo que Maradona debe haber empezado a probar encerrado en un cuarto para que nadie le hinche las pelotas. Tal vez fue un error de su parte exteriorizar todo lo que pensaba por eso confrontaba tanto con todo el mundo. Yo creo que es un error esperar de un deportista un ejemplo de vida porque no hay nadie que aguante tanta presión. Estoy seguro de que Maradona cambiaría toda su fortuna por estar solo con su familia en una playa sin depender de la droga. La droga es un tema muy difícil y hay edades en las que es muy complicado manejarlo.

Sí no hubiera jugado tenis no sé qué hubiera hecho. En Europa siempre fue tan normal fumar marihuana como tomarse una cerveza.

–¿Fumaste marihuana?

–Sí, una vez porque era lo más normal del mundo. Lo complicado es estar –como les pasa a muchos jóvenes– a la deriva sin metas claras y una cosa te va llevando a la otra y es una rosca de la que no podés salir. Yo tenía metas muy claras, para mí el tenis era primordial.

–¿Cuánta plata ganaste jugando?

–Gané más plata con el tenis que lo que hubiera hecho con un trabajo normal. Creo que sí querés decir que gané mucha plata no es cierto. Para mí mucha plata es lo que gana Bill Gates o un jugador de fútbol. No me puedo quejar en ningún aspecto ni siquiera el económico. A veces la buena vida que te da la vorágine de los torneos internacionales hace que te mal acostumbres. Muchas veces te acostumbrás a los premios, pero hay que darse cuenta que se gana y se gasta mucho.

–¿En algún aspecto te sentís comprometido con algún ideal político?

–No, no creo en la política. Pienso que está todo manejado por los políticos. Es un tema que me resbala. Es un tema del cual prefiero ni hablar.

–¿Ni siquiera te interesa lo que pasa alrededor tuyo?

–Me interesa pero no veo posibilidad de cambio. No creo que nadie pueda ponerse la camiseta mientras esté la misma gente. No me interesa ningún partido político porque todos son lo mismo.

–¿Cómo hacés para mantenerte al margen?

–Me mantengo al margen porque tengo una actividad en la cual no dependo de nadie más que de mis espónsores. Mi empresa organizó un evento de tenis en Punta del Este, que fue televisado por cadena internacional, con la participación de los mejores tenistas del mundo y sin embargo a nosotros nunca nos valoran nada ni nos dan nigún tipo de apoyo.

–¿Intentaron concretar alguna audiencia con el Ministerio de Turismo para lograr el apoyo?

–Este reportaje va a terminar siendo una denuncia. Lo cierto es que el ministro de Turismo ni la Intendencia de Maldonado nunca nos reciben. No les importa ni nos dan bola. Nosotros podríamos hacer este torneo fuera de Uuguay sabiendo que tenemos éxito seguro y sin embargo apostamos al país sin ningún apoyo estatal. La Intendencia de Mar del Plata de Argentina nos pidió organizar el evento allá y nos negamos.

–¿Pensás que la creación de un Ministerio de Deportes le daría impulso a eventos como el que tú organizas?

–No, eso no tiene nada que ver. Esto no va a cambiar mientras esté al frente la misma gente y no me refiero a ningún parti
do político en especial. La mentalidad uruguaya está muy atrasada con relación a otras partes del mundo. Al uruguayo dale el mate y la rambla y no le compliques más la vida. Acá hay cuatro o cinco carreras para quien quiera estudiar y está prohibido salirse del esquema y plantear otra cosa.

–Sin embargo el presidente electo Jorge Batlle le pidió a Roberto Giordano que continuara con sus desfiles en Punta del Este. ¿No pensás que es parte de una buena iniciativa?

–A mí me parece terrible. Si a Giordano lo llevan a Porto Alegre te aseguro que no lo conoce nadie. Me pregunto qué es lo que hace Giordano. Creo que si el Presidente electo le pide que se quede en Punta del Este no me quiero imaginar lo que nos tendría que pedir a nosotros que con este evento movemos y traemos a muchísima gente de todo el mundo. Nos tendría que pedir por favor que siguiéramos haciéndolo.

Cuando publiquen esta nota se me van a tirar todos encima pero no me importa. Algún día se van a dar cuenta y nos van a valorar. Creo que el Estado tendría que valorar mi carrera y el hecho de haber optado por vivir en mi país e invertir acá.

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