La Policía allanó una finca e incautó fotocopias ilegales de 200 libros

"Guerra" a la reproducción

El negocio de la reprodución ilícita de bibliografía universitaria, que se extiende más allá de la habitual venta en establecimientos comerciales próximos a las facultades, volvió a tener derivaciones judiciales.

Este procedimiento se suma a los ya realizados como consecuencia de la denuncia que Fundación de Cultura Universitaria (FCU) radicó ante la Justicia penal, al comprobar que en locales cercanos a la Facultad de Derecho se vende ilícitamente a estudiantes fotocopias de libros de dicha editorial y de diferentes autores.

El pasado viernes, funcionarios del Juzgado Penal de 5º Turno a cargo del juez Jorge Imas y oficiales de la Policía allanaron un domicilio en la calle Colonia esquina Beisso, donde se incautaron fotocopias equivalentes a más de 200 libros.

Días atrás, junto a empleados de Fundación de Cultura Universitaria, la Justicia realizó un importante procedimiento en comercios cercanos a la Facultad de Derecho, donde fueron incautadas fotocopias equivalentes a más de 500 libros de distintas editoriales y autores.

En el marco de esta investigación, los propios empleados de FCU constataron que las fotocopias también eran vendidas en un domicilio particular.

El modo de operación en este caso consistía en dos hojas con una lista de todos los libros y sus precios correspondientes, la cual en su final ofrecía un número de teléfono particular y el nombre de «Marisa». Estas hojas eran entregadas a los estudiantes de la Facultad de Derecho, quienes, de estar interesados en alguno de estos textos fotocopiados, no tenía más que llamar a ese teléfono. Allí se le decía que las fotocopias estarían prontas en dos días y en ese mismo momento se le daba la dirección del lugar y el nombre de las personas a cargo, «Marisa» o de lo contrario su hija.

Antecedentes

Esta denuncia tuvo sus orígenes en el mes de setiembre del año pasado, cuando LA REPUBLICA publicó la noticia de una importante incautación en un local cercano al Instituto Alfredo Vásquez Acevedo (IAVA). El responsable de este local fue procesado por la Justicia.

En relación a las nuevas denuncias formuladas por la FCU en acuerdo con la Cámara del Libro, el juez Imas viene investigando los hechos y se aguarda que, en las próximas horas, pueda haber más procesamientos.

Entre viernes y sábado de la semana pasada, el magistrado interrogó a los responsables de los locales y también a la persona que vendía las fotocopias en su domicilio particular. Hasta el momento son cuatro los locales en los cuales se inacutaron reproducciones de bibliografía, además de la finca particular.

Según se estima, la reproducción ilícita de textos universitarios tiene numerosos centros de operaciones en zonas cercanas a otras facultades. Esto motiva la preocupación de los autores y de las editoriales, que alegan graves perjuicios y daños a sus intereses por esta práctica ilegal.

Los libros que circulan en plaza destacan, en sus primeras páginas, que está expresamente prohibida la reproducción, transmisión o archivo en sistemas recuperables, sea para uso privado o público por medios electrónicos, fotocopiadoras, grabaciones o cualquier otro, total o parcial, con o sin finalidad de lucro, sin la autorización expresa del editor.

El administrador de Fundación Cultura Universitaria, contador Jorge Mahy, explicó a LA REPUBLICA que la denuncia tiene como objetivos «defender el derecho de autor, al estudiante y las fuentes laborales de quienes trabajan en la industria del libro». Explicó, también, que se pretende «cortar con el negocio ilícito de fotocopias, porque es un derecho del autor percibir una remuneración justa por su trabajo y, en definitiva, la venta de fotocopias va en contra de la venta del libro».

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