Los desaparecidos y los perdedores
Carlos Peláez – Maldonado
Miguel Angel Galán, histórico dirigente wilsonista de Maldonado dijo que «los desaparecidos tienen que aparecer», cuestionó la conducción de Luis Alberto Lacalle y dijo que «el Partido Nacional vive una crisis ética». En una entrevista otorgada a Radio Maldonado con motivo de recordarse otro aniversario del fallecimiento del caudillo nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, con quien lo unía una larga amistad, el dirigente blanco también criticó a Darío Pérez, candidato municipal del Encuentro Progresista, porque «hace cosas de Tortorelli».
Galán fue edil y diputado por Maldonado antes de la dictadura. Después de 1985 asumió como director interventor del Banco Comercial; fue jefe de Policía de Maldonado, director de Ancap y ministro de Industria del gobierno presidido por Lacalle. Al ser interrogado sobre su posición acerca del tema de los desaparecidos y las propuestas que estudia el gobierno, el dirigente blanco sostuvo: «Déjeme decírselo rápido, yo creo que los desaparecidos deben aparecer, no es posible que no se sepa dónde están. A mí me parece que eso, de alguna forma hay que arreglarlo. Y yo creo que hay dos maneras. En principio no puede haber un escrache en algún lado cada vez que se toca el tema, porque eso es sacarle punta política y así seguirán desaparecidos. No se puede hacer como hizo (Rafael) Michelini durante cuatro años con fines políticos. La bandera es buena, pero no se puede negar que era política».
Por otro lado y en lo que a todas luces pareció una crítica a Luis Alberto Lacalle, al responder una pregunta del periodista sobre si hoy reconocía en el Partido Nacional referentes del ideario wilsonista, contestó: «El partido está viviendo una crisis de poder, sobre todo vive una crisis ética muy grande.
Por ejemplo, veamos el caso de (Joaquín) Almunia, el secretario general del Partido Socialista Español que termina de perder con (José María) Aznar una impresionante elección y por paliza. ¿Qué hizo Almunia? Se fue. Se sintió gestor de una derrota. Acá los dirigentes políticos pierden elecciones increíbles, dejan a sus sectores por el suelo y siguen como si no hubiese pasado nada, con su clientela, con su corte de siempre. En esa forma es muy difícil que los partidos se renueven y que tenga lugar la sustitución de viejas dirigencias perdedoras, caducas, anquilosadas, por otra dirigencia más nueva, con aire fresco, con campo por delante. Veo que eso es lo que está pasando y me parece mala cosa», aseveró Galán.
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