Diario Financial Times publicó artículo sobre casos Astesiano y Marset: “La reputación del país está en riesgo”

El diario con sede en Londres dijo que el escándalo de los pasaportes “obliga a reconsiderar la corrupción” en el Uruguay.

A la izquierda, Alejandro Astesiano custodiando a Luis Lacalle Pou cuando asumió como presidente. Foto: archivo Presidencia de la República
A la izquierda, Alejandro Astesiano custodiando a Luis Lacalle Pou cuando asumió como presidente. Foto: archivo Presidencia de la República

El escándalo de la venta de pasaportes falsos desde el seno del gobierno de Luis Lacalle Pou, por parte del excustodio presidencial de Luis Lacalle Pou, Alejandro Astesiano, ha puesto la reputación del Uruguay en riesgo, de acuerdo al periódico especializado Financial Times, el cual publicó este 3 de enero un extenso artículo al respecto.

Empieza diciendo que “se ha convertido en acusaciones de espionaje político y corrupción que podrían amenazar la reputación de la nación como modelo de estabilidad en América Latina”. Sigue recordando que Astesiano, que descuenta prisión preventiva tras haber sido imputado, fue arrestado en setiembre pasado en la residencia presidencial de Suárez y Reyes cuando volvió de un viaje en Costa Rica (y no en el aeropuerto, ni bien pone un pie en el país, como dicta la legislación).

Recordó que el primer medio en publicar chats filtrados de Astesiano, extraídos para la investigación, fue La Diaria. “Un conjunto de intercambios sugirió que Astesiano aprovechó sus contactos en el gobierno para vender software desarrollado por el Ministerio del Interior a ejecutivos de negocios adinerados, quienes luego lo usaron para rastrear a senadores de la oposición, una acusación que él (Astesiano) ha negado”, comenta la periodista Lucina Elliott del Financial Times (FT).

“Este es un momento clave para Uruguay”, dijo al FT Ricardo Gil Iribarne, exfuncionario anticorrupción que encabezó la Junta de Transparencia y Ética Pública en el gobierno de Tabaré Vázquez. “Es mucho más que los pasaportes”, agregó.

El artículo también remarca que, al día de hoy, la Fiscalía sospecha que decenas o hasta cientos de rusos han obtenido pasaportes falsos de la estructura que habría liderado Astesiano, al menos desde 2013, citando declaraciones de la propia fiscal Gabriela Fossati. Una de las posibles líneas de investigación es que los rusos buscarían con este pasaporte obtener una visa para ingresar a los Estados Unidos o para moverse más libremente por Europa.

 

¿Nadie sabía nada?

El presidente Lacalle Pou dijo primero que “no sabía” que Astesiano había tenido decenas y decenas de indagatorias y al menos un par de condenas con prisión en el pasado, a pesar de que el exjefe de la custodia presidencial ha estado ligado a él y su padre -el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera- por décadas.

El prestigioso medio también remarca en su artículo que “los mensajes filtrados del teléfono de Astesiano han complicado aún más el caso para el gobierno, amenazando con implicar a miembros del gabinete de Lacalle. Ha aumentado la presión para que más funcionarios entreguen sus teléfonos y que los investigadores puedan indagar a fondo”.

Más adelante en el texto, la periodista Lucina Elliot (corresponsal en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay para el Financial Times y escritora también para el Monocle Magazine) menciona el otro gran caso que ha empañado la reputación del gobierno de Lacalle Pou y, por consiguiente, del país: el del pasaporte otorgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE) al poderoso narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset.

Este criminal estaba encerrado en una cárcel de Dubai luego de ser atrapado en 2021 intentando ingresar al país con un pasaporte paraguayo falso. Rápidamente, el MRREE le emitió un pasaporte uruguayo que le permitió salir legalmente y darse a la fuga. Al día de hoy, se desconoce el paradero del narco, pero se presume que habría pasado por Uruguay luego de escaparse.

La ex-vicecanciller, Carolina Ache Batlle, renunció el pasado 19 de diciembre por repercusiones de este último caso. En filtraciones de WhatsApp de conversaciones suyas con su par en el Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, en donde quedó constancia de que ambos sabían que “era un pesado narcotraficante” antes de dársele el pasaporte.

Para Gil Iribarne, «somos los mejores estudiantes de una clase de niños mal educados» y que, con todo este escándalo, el Uruguay «podría caer a los niveles» de otros países en donde la desconfianza en la institucionalidad es alta, y puso de ejemplo a Colombia y Brasil.

El artículo del Financial Times se puede leer acá en inglés. 

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