PN y PC se distancia del pedido de destitución del fiscal Díaz, hecho por Cabildo Abierto

El partido Cabildo Abierto, en las voces del senador Guillermo Domenech y el diputado Eduardo Lust, pidió al Poder Ejecutivo la destitución inmediata del fiscal de Corte, Jorge Díaz, después de que este iniciara una investigación contra la fiscal adjunta de Carmelo, Natalia Charquero por el caso de Carlos Moreira.

Charquero, quien ha sido militante del Partido Nacional y participó en la campaña de Lacalle Pou de 2014, decidió archivar la causa contra Moreira en la cual se le acusaba por supuestos delitos de concusión, abuso de funciones y abuso sexual en grado de tentativa.

El líder de CA, el senador Guido Manini Ríos, cuestionó a Díaz aseverando que «no da las garantías necesarias para que haya objetividad en el proceso judicial» pero se alejó de lo dicho por Lust (quien declaró horas antes que su partido debería abandonar la coalición si no se da la destitución pedida) aseverando que la continuidad como parte de la coalición no está en discusión.

Solos en el pedido

El Partido Nacional ha tomado una distancia prudente de la polémica y, si bien el presidente del directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, trasladó al fiscal Díaz su rechazo por la investigación administrativa contra Charquero, no evalúa por el momento pedir su destitución. El Partido Colorado desde su núcleo tampoco ha emitido algún pronunciamiento al respecto, pero el diputado colorado Conrado Rodríguez dijo al programa Fuerte y Claro que «cada uno puede hacer su lectura, creo que en un tema tan sensible como este, estas actitudes de pedir destituciones sería bueno que fueran conversadas en el seno de la coalición».

El presidente Lacalle habló el martes sobre el asunto asegurando que «cuando el gobierno se tenga que expedir u opinar sobre un funcionario, si es que le corresponde, lo va a hacer cuando lo estime conveniente». Remarcó que cualquier legislador tiene derecho a hacer planteos y que su administración «va a responder cuando lo estime oportuno y necesario».

«Tenemos como costumbre accionar y no reaccionar, así que nos marcamos nuestros propios tiempos», concluyó.