China y los uigures

El polémico viaje de Bachelet a China y la duda por sus supuestas alabanzas a Xi Jinping

Occidente mira con recelo la visita de Michelle Bachelet a una región china en donde se han señalado constantemente violaciones a los derechos humanos de una minoría étnica.

Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. Foto: UN Human Rights
Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. Foto: UN Human Rights

La alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, viaja por la remota región de Xinjiang, en China, en donde habita la mayoría de la étnica minoritaria Uigur, que profesan la religión musulmana y que han sido el objeto de procesos considerados violatorios de los derechos humanos.

La gira de Michelle Bachelet, que comenzó el lunes, marca la primera de la máxima funcionaria de derechos humanos de la ONU en China en casi dos décadas y se produce en medio de ya varios años de acusaciones al gobierno del presidente chino Xi Jinping por cometer abusos generalizados contra la población uigur.

Por supuesto, ya hay cuestionamientos desde occidente a lo que trasciende de la prensa oficialista china sobre lo que ha ido viendo y comentando Bachelet, ya que el gigante asiático no es considerado un bastión de la libertad de prensa y expresión.

El miércoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China y la cadena de televisión CCTV citaron supuestas afirmaciones de la alta comisionada: habría dicho que “admira” a Xi y sus esfuerzos y logros en materia de pobreza y derechos humanos.

En el mismo sentido, la agencia de noticias estatal Xinhua publicó declaraciones supuestamente textuales de Bachelet: “Admiro los esfuerzos y logros de China a la hora de erradicar la pobreza y de proteger los derechos humanos o de progresar en su desarrollo económico y social. También su papel para salvaguardar el multilateralismo y para lidiar con desafíos globales como el cambio climático”.

Sin embargo, la oficina de la alta comisionada salió a desmentir lo anterior, negando que lo hubiese dicho, según publicó la agencia AP.

En sus redes sociales, la expresidenta chilena sí compartió algunos de sus comentarios durante la gira: “Para mí, es una prioridad dialogar directamente con el gobierno de China sobre cuestiones de derechos humanos, tanto nacionales como regionales y mundiales”, expresó en su discurso de apertura de la reunión virtual con el mandatario comunista.

Y agregó: “Para que el desarrollo, la paz y la seguridad sean sostenibles -a nivel local y transfronterizo- los derechos humanos tienen que estar en su centro”.

Fotografía revelada en la filtración de los Archivos Policiales de Xinjiang, en donde se ven a decenas de uigures sentados en el piso en lo que pareciera ser una cárcel.
Fotografía revelada en la filtración de los Archivos Policiales de Xinjiang, en donde se ven a cientos de uigures sentados en el piso en lo que pareciera ser una cárcel.

Los uigures y sus derechos

Al menos desde 2017 se han levantado las voces contra los avances ultranacionalistas chinos sobre la etnia musulmana uigur, que han aparecido en informes de organizaciones como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (Vigilancia de los Derechos Humanos) y el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

En una petición global promovida por AI en 2021, 323.832 personas firmaron para exigir que la comunidad internacional reacciones contra el gobierno de Beijing por lo que es considerado por occidente como un accionar sistemático para desaparecer a esta etnia. En la misma “se solicita a las autoridades chinas que pongan en libertad a los cientos de miles de hombres y mujeres de la minoría musulmana detenidos arbitrariamente y sometidos a internamiento masivo, tortura y persecución en Xinjiang”.

Amnistía Internacional entrevistó a decenas de familiares de personas detenidas arbitrariamente en Xinjiang y publicó nuevos vídeos en los que cuentan algunas de sus experiencias.

Desde el año 2017 “el gobierno de China ha llevado a cabo abusos masivos y sistemáticos contra los musulmanes que viven en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang (Xinjiang). El sufrimiento humano ha sido inmenso. Un gran número de hombres y mujeres de grupos étnicos predominantemente musulmanes han sido detenidos arbitrariamente y enviados a campos de internamiento o prisiones. El sistema de campos de internamiento es parte de una campaña más amplia de subyugación y asimilación forzada de las minorías étnicas en Xinjiang”, dice Amnistía.

“Un gran número de personas siguen detenidas arbitrariamente en Xinjiang. Además, el gobierno ha dedicado enormes recursos a ocultar la verdad sobre sus acciones. Impide que millones de personas que viven en Xinjiang se comuniquen libremente sobre la situación y niega a los periodistas e investigadores un acceso significativo a la región”, añade el informe.

“El gobierno chino ha incrementado sus procesamientos infundados con largas sentencias de prisión para uigures y otros musulmanes en los últimos años en la región china de Xinjiang”, dice Human Rights Watch en un informe de 2021.

Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. dijo en 2021 que China está “cometiendo genocidio y crímenes de lesa humanidad” y que “durante el año se produjeron genocidios y crímenes contra la humanidad contra los uigures predominantemente musulmanes y otros grupos minoritarios étnicos y religiosos en Xinjiang”.

“Utilizaremos todas las herramientas de nuestra diplomacia para defender los derechos humanos y responsabilizar a los perpetradores de abusos”, dijo el secretario de Estado de la administración de Joe Biden, Anthony Blinken.

La policía de Xinjiang tiene miles de fotos de personas de la etnia uigur, incluyendo a niñas y niños.
La policía de Xinjiang tiene miles de fotos de personas de la etnia uigur, incluyendo a niñas y niños.

Ya en 2022, un grupo internacional de medios de noticias pudieron acceder a la filtración de miles de fotografías y documentos de la policía de Xinjiang en los que habría pruebas de las violaciones ampliamente señaladas.

Medios como la BBC constataron la veracidad de los documentos y participaron en su decantación para extraer datos relevantes que, supuestamente, confirman los abusos. El gobierno de Xi insiste en que los llamados campos de reeducación no son más que “escuelas” pero los papeles y las fotos muestran lugares altamente militarizados.

Las mezquitas en Xinjiang son patrulladas constantemente por grandes contingentes policiales y los centros de detención mencionados están configuradas como prisiones de máxima seguridad.

A las voces críticas se han sumado los gobiernos del Reino Unido y Alemania, que se han mostrado consternados por la nueva evidencia de crímenes de lesa humanidad que saltan de estos papeles.

China ha puesto todos sus esfuerzos en información, prensa y diplomacia para frenar lo que creen es “la mentira más grande del siglo”. El Ejecutivo de Xi insiste en que quienes afirman que hay violaciones a los derechos humanos contra los uigures “mienten” pero sigue habiendo dudas.

 

 

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