Acusan a sacerdotes católicos por usar apps de citas para gays

Una gran cantidad de datos analizados de los celulares de sacerdotes católicos -de teléfonos propiedad de la iglesia- mostraron que los religiosos están usando con frecuencia aplicaciones de citas y encuentros sexuales para homosexuales, como por ejemplo la popular Grindr.

A mediados de julio de este año, el portal católico de derecha The Pillar, crítico de las corrientes más progresistas del Vaticano, publicó una investigación que aún no ha sido refutada por la cúpula eclesiástica, y más bien la sacudió de forma importante: ya provocó la renuncia del entonces secretario general de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, Jeffrey Burrill.

Según los registros disponibles comercialmente de datos de señales de aplicaciones obtenidos por The Pillar, un dispositivo móvil correlacionado con Burrill emitió señales de datos de aplicaciones desde la aplicación de conexión basada en la ubicación Grindr casi a diario durante partes de 2018, 2019 y 2020, tanto desde su oficina como desde su residencia, pero también durante las reuniones y eventos de Conferencia Episcopal en otras ciudades a las que asistió.

Un segundo artículo de The Pillar, con más datos investigativos, afirmó que Grindr es una aplicación usada con frecuencia por personas desde teléfonos dentro de edificios de la Arquidiócesis de Newark, Nueva Jersey. Y por si fuera poco, lanzaron una tercera parte en la cual ampliaron las acusaciones: The Pillar asevera que en 2018 al menos 32 dispositivos móviles emitieron señales de datos de aplicaciones de citas desde áreas de la Ciudad del Vaticano que están fuera del alcance de los turistas.

De acuerdo al New York Times, el blog ha desconcertado al liderazgo católico en EE.UU. y ha introducido una nueva arma poderosa en la guerra cultural contra el papa Francisco, de corte progresista y más social y ciertamente menos conservador que otros pontífices.

“Cuando hay informes que afirman exponer una actividad como esta en parroquias de todo el país y también en terrenos del Vaticano, esto es una importante señal de alarma para los funcionarios de la iglesia, no hay duda al respecto”, dijo al NYT John Gehring, director del programa Fe en la Vida Pública, una plataforma católica progresista.

Curas en citas

Aplicaciones de citas como Grindr, Tinder, OK Cupid y otras semejantes usan el posicionamiento por GPS del celular o dispositivo móvil para ofrecer una lista de personas que están en los alrededores con los cuales se puede tener encuentros románticos o sexuales, según ambos individuos deseen. Cada perfil de usuario y dispositivo móvil usado tienen un número de identificador único, y son estos datos los que The Pillar habría obtenido junto con el historial de localizaciones.

El problema es que los sacerdotes católicos, al igual que las monjas, hace un voto de celibato mientras estén sirviendo desde sus posiciones a la iglesia, y este no es para nada flexible. El celibato significa que serán absolutamente abstemios en cuanto a las relaciones sexuales, e incluso ni siquiera deberían practicar la masturbación. “Si alguien que ha hecho una promesa de celibato o un voto de castidad tiene una aplicación de citas en su teléfono, está buscando problemas”, dijo el cardenal de Newark Joseph W. Tobin, en un conversatorio por Zoom organizado por la Universidad de Georgetown.

“También diría que creo que hay una ética muy cuestionable en torno a la recopilación de estos datos de personas que supuestamente pueden haber roto sus promesas”, dijo.

La única aplicación mencionada explícitamente en los informes ha sido Grindr, que es utilizada casi exclusivamente por hombres homosexuales y bisexuales, aunque The Pillar escribió referencias a otras aplicaciones que dice que son utilizadas por heterosexuales. Solo uno de los informes vincula directamente una aplicación a una persona específica: Monseñor Burrill.