BRASIL

Dilma Rousseff junto a Lula en Belo Horizonte: «Tenemos un presidente que es un golpista y un entreguista del país»

Lula cerró su segunda gira por Brasil con un acto junto a Dilma en Belo Horizonte en el que criticaron las medidas adoptadas por Michel Temer y prometieron devolver la democracia a Brasil.

Dilma Rousseff: "Tenemos un presidente que es un golpista y un entreguista del país".
Dilma Rousseff: «Tenemos un presidente que es un golpista y un entreguista del país».

La exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff, destituida en agosto de 2016 por parte del Senado de ese país a través de un juicio político calificado como golpe de Estado Parlamentario, participó este lunes del ciere de la caravana de Lula por el estado de Minas Gerais (sudeste) de Brasil.

«Estoy feliz en Belo Horizonte en que nací, feliz de ver la Plaza de la Estación llena de mineras y mineros queriendo luchar, resistir, y tead en reconstruir la democracia», manifestó Dilma ante una multitud que asistió al acto de cierre de los exmandatarios.

«Vamos a volver a crecer, a distribuir renta, vamos a barrer este golpe parlamentario, un golpe comprado por el dinero de la corrupción, un golpe contra el pueblo brasileño, contra la sociedad brasileña, contra los trabajadores brasileños y la soberanía de nuestro país. Un golpe basado en un impeachment fraudulento, que está desorganizando el país y llevando al caos, incluso en la relación entre los poderes», manifestó.

En ese sentido consideró que en Brasil se vive una situación particular donde «es legal tener un presidente ilegítimo, sin voto, acusado y denunciado por corrupción ejerciendo el poder y contrariando todos los intereses de la población; mientras que una presidenta correcta y honesta, que no cometió ningún crimen, es alejada por un impeachment fraudulento».

«¿Qué mundo es éste en que las reglas legales se distorsionan y se tiene una situación en que algunas cosas ilegales se vuelven legales?», cuestionó.

«Esos golpistas, algunos corruptos confesos, pueden escapar de las manos de la Justicia, mientras que esta misma Justicia no tiene contemplación con pobres, con trabajadores, con negros, indigenas, estudiantes secundarios y universitarios, trabajadores sin techo, brasileños y brasileños sin tierra. Estos pueden ser perseguidos y condenados. ¿Qué legalidad existe cuando, sin prueba, se persigue y se elige un enemigo político y se intenta destruirlo, como ellos hacen implacablemente con el presidente Lula? ¿En qué mundo vive este país cuando es posible usar la justicia como una forma de combate político?», se preguntó.

Rousseff criticó en su discurso las medidas adoptadas por Michel Temer como la enmienda constitucional que congela el gasto público por 20 años, la reforma laboral y la venta de tierras a inversores extraeros.

La exmandataria denunció que Temer practicamente eliminó las inversiones en educación para las próximas dos décadas y recordó que la educación «es nuestro pasaporte para el futuro. Necesitamos la educación para combatir la pobreza, y también para generar riquezas de trabajos calificados, produciendo ciencia e innovación».

«Este es un país que ya tiene una legislación laboral y los golpistas hacen otra, que hiere a los trabajadores y abre la puerta para la vuelta de la esclavitud en las relaciones de trabajo. Un país que toma su mayor riqueza, que es el petroleo del pre-sal, y vende en la cuenca de las almas. Que vende nuestra mayor empresa de energía eléctrica, que es Eletrobras. Que abre la venta de tierras fértiles para extranjeras», lamentó.

«Tenemos un presidente que hace todo eso y no merece nuestro respeto y nuestra consideración. Tenemos un presidente que es un golpista y un entreguista del país», afirmó en referencia a Michel Temer y aseguró que «la democracia está sacudida, el país está sacudido».

A su vez calificó a las caravanas que el Partido de los Trabajadores con Lula a la cabeza vienen realizando son «un de las formas de discusión, de combate, de resistencia y de lucha».

Dilma valoró los encuentros de Lula con la gente y consideró que la gente tiene memoria y recuerda los cambios que se dieron para su bien durante los gobiernos del PT. El pueblo «sabe de la importancia de la democracia. Siempre que tuvimos democracia avanzamos. Esto ocurrió en cuatro elecciones. En cuatro ocasiones hemos derrotado el programa liberal que ahora están implantando», señaló y reiteró que por eso «sólo les quedaba el camino que ellos siempre usaron en Brasil, el camino del golpe. El camino que trazamos con Lula es el camino de la democracia».

A su vez advirtió que ahora que las encuestas dan a Lula más del doble de la intención de votos del segundo lugar de cara a las elecciones de 2018 «ellos van a tratar de amedrentarnos» pero advirtió «no tenemos el menor miedo de ellos. Esta caravana y este acto son demostración de coraje de las mineras y de los mineros», afirmó.

«Tenemos que resistir y luchar. Vamos a reconstruir la democracia en Brasil y reconquistar el respeto internacional de este país», concluyó Dilma.

«Yo aprendí a no desistir»

Por su parte Lula también habló en el acto que se realizó en la Plaza de la Estación de Belo Horizonte y expresó: «yo aprendí a no desistir, estoy calcado en la perseverancia, y es con esa fuerza que vamos a voltear el juego y traer la democracia de vuelta. Espero que los mineros estén en el frente de batalla para vencer esa pelea».

Al igual que como manifestó durante todo el recorrido afirmó «nosotros vamos a ganar las elecciones y vamos a convocar un referéndum para revocar a todas las reformas que hicieron en ese país», en referencia a las medidas adoptadas por el Gobierno de Temer y expresó «Sepan que Brasil va a ser el país que la gente quiera y no el país que el Temer quiera».

El exmandatario volvió a destacar la importancia de la educación y expresó «No existe en el planeta tierra ningún país que haya crecido económicamente por la ignorancia, el analfabetismo o el empobrecimiento, todos invirtieron en la educación».

«La élite brasileña nunca se preocupó en educar al pueblo porque sus hijos podían ir a Europa a estudiar», criticó Lula al afirmar que los recortes en educación suponen «el aborto del futuro de Brasil».

El ex mandatario defendió en su discurso el ascenso de la clase media durante la gestión petista, abogó por la democratización de los medios de comunicación y señaló que «la sociedad precisa levantar la cabeza para no sufrir en el siglo XXI el atraso sufrido en el siglo XX».

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