La hora de Ruben Rada

El pasado martes Ruben Rada conmovió a la pupulosa city porteña, al organizar una llamada de tambores por la peatonal Florida, haciendo que transeúntes y oficinistas se sumaran al contagioso ritmo de la lonja y la madera.

El particular desfile sirvió — en buena medida– para promocionar su actuación en el teatro Opera de la capital argentina (efectuado ayer) y principalmente para festejar su primer disco de oro en la vecina orilla, donde goza de una gran popularidad.

Por más que Ruben Rada es un artista ampliamente conocido por buena parte de los argentinos, su música nunca había obtenido ventas masivas, en un mercado que, sin dudas, cuantitativamente es muy importante.

La popularidad y el galardón (treinta mil copias vendidas), llegaron finalmente con Quién va a cantar, sin dudas el disco más exitoso del músico en ambas orillas del Plata. En nuestro país, ya cosechó su cuádruple disco de platino (24 mil copias vendidas, ya que aquí un disco de oro son 3 mil unidades)

Canciones como Cha cha muchacha o Muriendo de plena, han sido la banda de sonido de esta ciudad desde hace un año.

 

Paradoja

El actual momento de la carrera de Rada plantea ciertas contradicciones al seguidor consecuente de este artista fundamental de la música uruguaya. Por un lado, se trata de una justicia histórica –bastante tardía por cierto– que Rada sea hoy el músico uruguayo más popular y que sus canciones se difundan masivamente en todos los medios.

Por el otro, es una pena que este éxito se esté dando con uno de sus discos menos personales e interesantes de su creación. La extensa discografía del músico tiene varias obras maestras que hubieran merecido, en su momento, una mayor atención y reconocimiento.

Pero pese a toda eventual reflexión, ver y escuchar al músico en vivo sigue siendo una experiencia más que gratificante, por su excepcional carisma, su potente voz y su vasto repertorio creativo que se pasea por variadas temáticas y estilos.

En Montevideo, como se recordará, la última oportunidad de ver a Ruben Rada fue en el Estadio Centenario, nada menos que al lado de Milton Nascimento y Fito Páez el pasado 2 de noviembre en un recital (organizado por el propio Rada), destinado a recaudar fondos para la construcción del Memorial de los Detenidos Desaparecidos.

El creador de Montevideo y Candombe para Gardel entre otros éxitos no menos recordados, se presenta esta noche en el Club Malvín (Legrand y Rivera) a las 21.00 horas.

Desde siempre, las bandas que han acompañado al artista han sido de primer nivel. La actual no le va en zaga a sus predecesoras y con quince músicos en escena (incluyendo cuerda de tambores y sección de vientos) es la más grande que Rada ha reunido.

El show del músico se basa en las canciones de Quién va a cantar, pero hay lugar para sus clásicos de siempre.

Ruben Rada es hoy, sin dudas, una auténtica leyenda de nuestra música popular.

Su carrera está avalada por éxitos que se remontan a la segunda mitad de la década del sesenta, cuando irrumpió en escena integrando bandas pioneras de la talla de «El Kinto» y posteriormente «Totem», que fue una de las expresiones musicales más importantes de la música popular de nuestro país de todos los tiempos.

Rada es un artista que se destaca por su gran carisma y su dominio del espacio escénico, pero particularmente por la potencia y el timbre de su voz y su casi prodigiosa capacidad para ensayar improvisaciones. *