DE PUNTA A PUNTA

El uruguayo Emilio Arenas, gran coleccionista de lápices, va por su séptimo récord Guinness

El uruguayo Emilio Arenas, gran coleccionista de lápices y de ceniceros, está buscando obtener nada menos que su séptimo récord Guinness.

El rey de los lápices
El rey de los lápices

Conocido como el “rey de los lápices” y amante también de su colección de ceniceros, el uruguayo Emilio Arenas tiene ya varios récords Guinnes en su historia. Ahora va en busca de obtener el séptimo, gracias a su colección de 18.300 ejemplares diferentes de lápices.

Una vida de colección

Con más de 70 años de vida, el coleccionista tiene en su haber 38.000 llaveros, 10.000 pines, 16.000 cajas de fósforos, 4.200 perfumes y 5.000 ceniceros, esta última colección le mereció un nuevo Guinness.

Entrevistado por Efe acerca de su amor por los lápices, Arenas comentó que «Casi 60 años llevo coleccionando lápices». Recuerda que su pasión comenzó hacia n 1956 cuando, con 11 años, llevó a un dictado en la escuela un lápiz con la inscripción «Arroz Corona, el mejor Carolina».

En ese momento se dio cuenta de que si le sacaba punta, el lápiz dejaría de ser el mismo, por lo que pidió uno nuevo para coleccionar.

De esta forma, recuerda, recibió de su maestra dos ejemplares: «uno para el dictado y otro para la colección».
Según comenta Efe “Llevaba 45 años recopilando lápices cuando, en 2002, consiguió su primer récord Guinness a la mayor colección de carboncillos del mundo con sus 5.200 unidades, récord que luego volvió a batir cuatro veces, el último en 2013 con una cantidad de 16.260.”

Después de esta distinción, Arenas recibió una invitación para ir a la fábrica de Faber Castell en Alemania. Allí fue recibido por el conde Anton Wolfgang von Faber-Castell, que lo invitó a sacarse una fotografía juntos diciéndole: «esta foto va a recorrer el mundo y usted va a recibir muchos lápices». Y tenía razón.

Desde entonces, Arenas ha recibido unos 400 lápices al mes, que le llegan desde distintos sitios del mundo hasta su granja en Colonia.

Un museo

El hombre contagió a sus seis nietos con esta pasión, y ellos cuidan la colección del abuelo a la vez que le avisan cuando encuentran una pieza novedosa.

El enorme catálogo puede ser visitado de forma gratuita, en un museo que Arenas armó en las inmediaciones de su granja. Es el hombre con más lápices del mundo, y afirmó orgulloso que «el lápiz es cultura de punta a punta”.

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