Un estudio confirma que las copas menstruales son seguras y eficaces

Las copas menstruales son un método seguro y eficaz para las mujeres en los días que menstrúan, según un estudio científico que revisó datos de 43 investigaciones anteriores, además de consultar a 3.319 mujeres sobre su uso.

El 70% de quienes las han utilizado aseguraron que lo prefieren frente a otros métodos para la menstruación como tampones o compresas.

El estudio liderado por la profesora en la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Reino Unido) y publicado en la revista The Lancet Public Health señala que las copas menstruales son seguras y no producen más fugas que las compresas y tampones.

A diferencias de las toallitas y tampones las copas no absorben la sangre, sino que la recogen, algo que ha sido valorado por las mujeres que lo usan en cuanto a tener una mayor percepción de la cantidad de menstrúan, por ejemplo.

Las copas se insertan en la vagina y se vacían cada 4 o 12 horas.

Actualmente hay dos tipos: una copa vaginal que generalmente tiene forma de campana, y una copa cervical que se coloca alrededor del cuello uterino en la parte alta de la vagina como un diafragma para la anticoncepción. Los materiales utilizados para fabricarlos son silicona, caucho, látex o elastómero y pueden durar hasta 10 años.

El estudio encontró además que no hubo un mayor riesgo de infección asociado con el uso de copas menstruales entre las mujeres y niñas europeas, norteamericanas y africanas, así como tampoco se detectaron efectos adversos sobre la flora vaginal, ni daño tisular en la vagina ni en el cuello uterino.

En cuanto a la fuga, fue similar en tres estudios y significativamente menor entre las copas menstruales para un estudio. En algunos trabajos, las fugas se asociaron con un sangrado anormalmente intenso, una anatomía inusual del útero, la necesidad de una copa más grande, la colocación incorrecta de la copa y la copa que se llena.

Los investigadores también comprobaron que a la larga este método es más barato que las compresas y tampones ya que tiene una durabilidad de hasta 10 años, y además son amigables con el medio ambiente.

El estudio reconoce que se necesitan más estudios sobre su eficacia en función de sus costes y de su efecto en el medioambiente en comparación con otros productos para la menstruación, así como un mayor análisis sobre sus efectos en la salud de las mujeres.