POLÉMICA

Artista visual crítica y cuestiona la nueva campaña de Zara

Una campaña de Zara que presenta modelos de extrema delgadez, y a una de ellas con la cabeza rapada y prendas a rayas que recuerdan a una escena de Auschwitz está generando polémica a nivel mundial.

Artista visual crítica y cuestiona la nueva campaña de Zara.
Artista visual crítica y cuestiona la nueva campaña de Zara.

La nueva campaña publicitaria de Zara denominada «Trafaluc» para la primavera 2016 de Europa está generando polémica a nivel mundial por la imagen que comparte para promocionar la nueva línea.

Yolanda Domíguez, artista visual y columnista de El Huffington Post realizó un duro artículo en contra de la campaña de Zara en la que se promueve la extrema delgadez de las modelos, pieles pálidas y se presenta a una de las protagonistas con la cabeza rapadas y prendas a rayas, algo para ella recuerda a una escena de Auschwitz. E invita a los lectores a dejar de comprar allí.

Domínguez escribe sobre las imágenes que recuerdan el físico y vestimenta de las víctimas del campo de concentración «No sabemos si la marca ha decidido aprovechar la situación de los refugiados para inspirarse en esta campaña, lo que sí podemos manifestar es que es despreciable que se haga uso de una estética asociada a una desgracia humanitaria para proyectarla en una contexto glamouroso y como algo deseable».

Extrema delgadez

También ataca la promoción de las mujeres extra delgadas que presenta la marca y asegura que «El muslo de la modelo mide lo mismo que el brazo y la cintura es dos veces y medio el brazo» por lo que denuncia que «Las mujeres delgadas existen y para Zara el resto es invisible. Cada año la marca nos muestra sus colecciones en mujeres más delgadas, más blancas y más jóvenes» y se cuestiona por qué el resto de las mujeres, en las que se incluye, continúan entrando a sus tiendas, ya que «si la ropa que hacen para nosotras no la consideran digna de lucirse».

En ese sentido expone el lema de la campaña «With real people/for real people» (Con personas reales/para personas reales). Y afirma que definitivamente Zara se está burlando de todos nosotros. «No hay otra explicación lógica para tantos despropósitos juntos. No sólo estás representando a todo un colectivo a través de un modelo que genera innumerables trastornos a millones de mujeres sino que refuerzas el mensaje con símbolos de la paz y eslóganes tipo «Different World». Mientras gobiernos, asociaciones y organizaciones invierten millones para luchar contra los estereotipos dañinos, Zara no sólo no cambia ese patrón sino que lo suscribe con símbolos de armonía social. Bienvenidos a la hipocresía más absoluta».

Dejar de comprar

La columnista también denuncia en su artículo que desde Zara no han tenido la dignidad de dar una respuesta a todos los cuestionamientos que se hicieron sobre su campaña por lo que concluye que las opiniones de los clientes realmente le importa muy poco.

Por último expresa «No me voy a detener en las muchas otras causas que hacen que comprar en Zara empiece a ser lo más avergonzante del mundo (condiciones de fabricación, copia de diseños a otros creadores, políticas de empresa con sus empleados…); lo que sí voy a hacer es apelar a la conciencia ética de los consumidores, tanto hombres como mujeres, para que dejen de apoyar con su decisión de compra a este tipo de empresas que nada hacen por el planeta y las personas más que aprovecharse de ellas.Si lo único que le duele a Zara es el dinero, esto es con lo único que le podemos castigar y en ese aspecto podemos hacer mucho: NO COMPRAR».

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