Paseo por la ciudad de Riga, una joya bien guardada en Europa del Este
La ciudad de Riga es una joya de Europa del Este, con su bagaje histórico rico y los elementos de diversas culturas que empapan el día a día de sus ciudadanos. Un lugar hermoso para vivir o para visitar, con naturaleza y cultura disponibles las 24 horas del día.
Fotografía panorámica de la Iglesia de Santa Gertrudis en Riga, vista aérea proporcionada por 360cities.net
Riga es la capital de Letonia, y con casi 700 mil habitantes es la ciudad más grande y poblada del país y los estados bálticos. Este centro cultural en el mar Báltico data de los 1200, y ostenta el grado de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO gracias a su bellísimo centro histórico.
Por sus calles transitaron los grandes imperios europeos en busca de posición estratégica, hasta que se cerró la Cortina de Hierro y la ciudad perdió su relevancia. En la actualidad, la ciudad vieja de Riga, que combina elementos del Art Nouveau y arquitectura en madera del siglo XIX, brilla una vez más.
Paseo histórico
Uno de los puntos clave de la ciudad es el Castillo de Riga, ubicado en el rincón más lejano de la ciudad vieja con vistas al río Daugava, curso de agua que atraviesa la ciudad y desemboca en el Golfo de Riga, en el mar Báltico. Erigido en el siglo XVI como sede de la Orden de Livonia, hoy sirve de hogar al presidente de Letonia y alberga el Museo de Historia donde se narra la historia del país desde la Edad de Piedra hasta la actualidad.
La querida “Milda” – Monumento a la Libertad – es otro sitio a visitar, creada en el 1935 para desterrar una estatua de Pedro el Grande, que ataba la capital a un pasado ruso. La impactante imagen de cobre de la Libertad sostiene tres estrellas de oro representando los tres estados letones y es custodiada por estatuas de granito de letonios, con la inscripción “Por la patria y la libertad”.
Lo curioso de esta estatua es que el símbolo de libertad fue aceptado por la URSS, no sin antes cambiar su significado: la imagen femenina de la libertad pasó a encarnar a la “Madre Rusia” y las estrellas representaban las tres nuevas adiciones al conglomerado soviético: Letonia, Lituania y Estonia.
Modernidad
El museo de Art Nouveau es un destino infaltable. Localizado en el antiguo hogar del arquitecto responsable por el diseño de más de 250 edificios que hacen al carácter de la ciudad. Para servir como museo, fue refaccionado íntegramente con el objetivo de congelar en el tiempo el aspecto y funcionalidad de un apartamento de clase media de los años 1920, decorado bajo los principios de la corriente del modernismo.
El siempre creciente Mercado Central es un paseo para realizar tranquilo, y deleitarse con comida, decoración y cultura callejarea. Aquí se puede comprar productos frescos provenientes de granjas locales, comida típica de Letonia, apreciar miel directo del panal y un sinfin de decoraciones y ropa elaboradas artesanalmente.En el sitio web del mercado destacan los precios baratos, y la posibilidad de regatear.
Gastronomía
Con las papas y el pan como básicos en la cocina letona, la gastronomía se complementa con sopas de vegetales y el delicioso queso de comino de prado. La versión letona del smorgasbord – un buffet nórdico apropiado por cada país – el aukstais galds, agasaja con diversos platos típicos fríos y calientes.
Lo dulce no falta, con el postre tradicional de Letonia Rupjmaizes kārtojums, una delicia de varias capas elaborado en base a un pan de centeno en vez de bizcochuelo, mermeladas y crema batida. ¡Una delicia nórdica imperdible!
En el mes de septiembre tendrá lugar la Feria de Alimentación de Riga, “Riga Food 2015”, donde se exhiben los platos más vanguardistas con ingredientes frescos y locales.
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