Macron propuso un debate nacional sobre reformas para intentar desactivar las protestas

Tras la novena semana consecutiva de las protestas de los denominados «chalecos amarillos», el presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a todos los franceses a participar en un gran debate nacional con el que espera zanjar la crisis desatada a principios de noviembre del año pasado.

“Tengo la intención de transformar la ira en soluciones”, aseguró el mandatario galo en una carta abierta a los franceses.

Lettre aux Français//t.co/GInvgaQrhe

— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) 13 de enero de 2019

El ejecutivo espera con este gran debate nacional, que arranca este martes durará dos meses, poder salir de la crisis de los “chalecos amarillos”, un colectivo de franceses de clases populares y medias que ha tomado las calles desde hace nueve semanas en rechazo a la suba de impuestos, el costo de vida en Francia y una política social que consideran injusta.

Macron dijo que el debate se centrará en cuatro grandes temas: presión fiscal, organización del Estado, transición ecológica y democracia y ciudadanía, a través de los cuales buscará responder a las “principales inquietudes que han surgido en las últimas semanas”.

“Sé que algunos de ustedes se sienten insatisfechos o enfadados. Porque los impuestos son demasiado altos, los servicios públicos demasiado lejanos, los salarios demasiado bajos para que algunos puedan vivir dignamente de su trabajo”, dijo Macron y agregó: “comparto su impaciencia”.

Condiciones

El presidente francés dijo que “no habrá preguntas prohibidas”, aunque de todas maneras dejó claro que hay algunas cuestiones sobre las que no va a negociar, como la supresión del impuesto sobre la fortuna (ISF), una decisión que tomó tras llegar al poder en 2017 y que se ha convertido en una de las reformas más impopulares de su presidencia y le ha dado el apodo dentro de la izquierda francesa de ser el “presidente de los ricos”.

El líder socialista, Olivier Faure, cuya formación reclama un referéndum sobre el retorno de este impuesto, criticó la postura de Macron sobre ese tema y afirmó: «no se convoca a todos los franceses a un debate prohibiéndoles hablar del ISF. Las conclusiones deben ser las de los franceses, no las previstas por el presidente”.

Macron dijo que el gran debate “no es ni una elección ni un referéndum” sobre su persona, sino un diálogo, que se dará siempre y cuando se de fin a toda forma de violencia.

El mandatario francés ya había intentado frenar las protestas de los «chalecos amarillos», suspendiendo la suba de los combustibles que había iniciado las manifestaciones, pero la medida no alcanzó y los chalecos amarillos continuaron en las calles.

“Pienso que de este debate puede salir una clarificación de nuestro proyecto nacional y europeo, de nuevas maneras de mirar hacia el futuro, nuevas ideas”, dice Macron en su carta.

“Vuestras propuestas permitirán construir un nuevo contrato para la nación, estructurar la acción del Gobierno y del Parlamento, pero también las posiciones de Francia a nivel europeo e internacional”, aseguró.