Sánchez justifica venta de armas a Arabia Saudí para «defender intereses de España»

El presidente español Pedro Sánchez confirmó este miércoles que mantendrá la venta de armas a Arabia Saudita a pesar de las violaciones de derechos humanos y de la «consternación» que le ha causado el asesinato del periodista Jamal Kashoggi.

El mandatario socialista compareció ante el Congreso a petición de Podemos para explicar la decisión de su gobierno de mantener la venta de armas en contra del criterio de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Sánchez justificó la decisión al afirmar que no siempre se pueden convertir «los ideales en realidades».

Y explicó: «si me piden dónde tengo que estar hoy y aquí es en la defensa de los intereses de España y el trabajo de sectores estratégicos situados muchos de ellos en zonas muy afectadas por el drama del desempleo».

Al tiempo que no ocultó que en su decisión pesan los 6.000 puestos de empleo que la construcción de cinco corbetas para Arabia Saudita permiten en Cádiz, la cual corrió riesgo de ser suspendida ante la posibilidad de cancelar la venta de armas.

El brutal asesinato del periodista suadí Jamal Kashoggi en el consulado saudí de Estabmul volvió a poner en el centro a Sánchez, que ya había sido presionado previamente a cancelar la venta por la participación de los saudies en la guerra de Yemen.

Alemania por ejemplo anunció la paralización de la venta de armas a Arabia Saudita hasta que se aclare el caso del periodista, mientras la UE busca una respuesta común ya que ninguno de los veintiocho ha secundado a Angela Merkel. El Parlamento Europeo reclama un embargo común.

Sobre el asesinato del periodista Jamal Kashoggi, Sánchez expresó: «Nuestra posición es clara: investigación para esclarecer los hechos y que actúe la justicia para que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables de este terrible crimen».

Y reconoció que «la gravedad de estos hechos que son terribles no pueden impedir que actuemos con responsabilidad». «La exportación de armamento es un ejemplo de la complejidad de la política y de la dificultad de llevar adelante ideas sin tener en cuenta la necesidad de los acuerdos y de entender la gestión de la vida pública», explicó.

Según el mandatario, la venta de armas al país árabe no puede suspenderse porque se trata de contratos «en vigor, que cumplen con la normativa aplicable en España». Y destacó que fueron firmados por el anterior ejecutivo del expresidente Mariano Rajoy y que él debe velar por la «seguridad jurídica».

«Les pido que tengamos en cuenta el peso de las relaciones internacionales construidas durante décadas con países con los que tenemos relaciones estratégicas en el terreno económico comercial», dijo y agregó que el actual Gobierno «no ha vendido» nuevas armas a Arabia Saudí: «No hay nada en trámite ni firmado».

«Valentía»

Por su parte el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, uno de los aliados de Sánchez para que lograra la investidura tras la salida de Rajoy, reclamó al líder socialista «valentía» para «rectificar» su intención de proseguir con las ventas y que revoque los contratos pendientes con el «régimen criminal» saudí para dar una «lección» de derechos humanos.

«Le acepto que la ética no opere en las relaciones internacionales pero el Derecho sí, y eso le obliga a dejar de vender armas a Arabia Saudí», dijo Iglesias.

Al tiempo que planteo al Ejecutivo buscar un comprador alternativo y que si no lo hay, que el Estado asuma los 1.800 millones que cuestan las cinco corbetas que se están fabricando en los astilleros de Cádiz para garantizar la carga de trabajo a la que hizo referencia Sánchez en su intervención.

En ese sentido, señaló que si hay que «pagar una factura» por la cancelación del contrato con Arabia Saudí «la pagamos todos».