VENTA DE ARMAS

Amnistía pide a España que no sea cómplice de crímenes de guerra en Yemen

Aministía Internacional advierte que "España podría ser cómplice en crímenes de guerra", si continúa con la venta de armas a Arabia Saudita, que lidera la coalición que ataca Yemen desde hace tres años.

Amnistía pide a España que no sea cómplice de crímenes de guerra en Yemen. Foto: © REUTERS / Anees Mahyoub
Amnistía pide a España que no sea cómplice de crímenes de guerra en Yemen. Foto: © REUTERS / Anees Mahyoub

Amnistía Internacional pidió este lunes al Gobierno español que cancele la venta de armas a Arabia Saudí para evitar «pasar a la Historia como cómplices de los crímenes de guerra de Yemen».

«Tras más de tres años de devastadora guerra civil en Yemen, con miles de muertes de civiles y una lista de claros crímenes de guerra que no deja de crecer, no hay excusa posible para que España, o cualquier otro país, siga armando a la coalición dirigida por Arabia Saudí», expresó a través de un comunicado el director adjunto del Programa de Asuntos Globales de la organización, Steve Cockburn.

El próximo miércoles el gobierno español decidirá sobre las licencias de exportación existentes con Arabia Saudita y la concesión de otras nuevas.

Ante esa decisión Amnistía Internacional le solicita que adopte un «enfoque basado en principios y respetuoso con la ley» y que suspenda todas las transferencias de armas que podrían «aumentar el terrible sufrimiento de la población civil yemení».

«Pedimos a España que sea un ejemplo para otros países y ponga fin a este vergonzoso capítulo de su historia. (…) El Gobierno debe dejar de autorizar exportaciones de armas a Arabia Saudí si no quiere arriesgarse a ser cómplice de crímenes de guerra», expresa la organización.
Para Aministia cualquier otra medida que no sea la cancelación de los contratos «dará a entender inequívocamente que el Gobierno español se preocupa más de proteger sus intereses económicos que de las vidas de la población civil de Yemen».

Venta de armas

A principios de setiembre el Ministerio de Defensa de España anunció que iniciaba trámites para paralizar la venta a Arabia Saudí de 400 bombas de precisión láser del ejército español. Una decisión que no cayó bien a Arabia, a tal punto que amenazó con romper un contrato millonario para construir cinco corbetas en el sur de España. Los trabajadores de dicho proyecto protagonizaron una oleada de protestas que llevaron al Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez a dar marcha atrás y mantener la venta.

«El Gobierno sabe lo que está vendiendo, son láser de alta precisión y, por lo tanto, si son de alta precisión no se van a equivocar matando yemeníes», sostuvo la ministra portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, el pasado viernes.

Amnistía Internacional sin embargo denunció que ese tipo de munición guiada de precisión se ha utilizado «con devastadores efectos en todo Yemen. Ha alcanzado hoteles, hospitales, pozos de agua, edificios de viviendas, fábricas y hace poco un autobús escolar, y ha dejado tras de sí un terrible saldo de víctimas civiles y destrucción de infraestructuras civiles».

Al tiempo que recordó que la ley española sobre exportaciones de armas prohíbe las transferencias cuando existan indicios racionales de que podrían utilizarse para cometer violaciones de derechos humanos.

Según Amnistía Internacional, entre 2015 y 2017, España exportó armas a Arabia Saudita por valor de 932 millones de euros y autorizó licencias por valor de 1.235 millones.

«Cada vez son más los países que se dan cuenta de que armar a Arabia Saudí y a la coalición que bombardea Yemen es incompatible con el derecho internacional y los principios humanitarios», concluyó Amnistía.

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