Khashoggi, el periodista saudí desaparecido, habría grabado su muerte con un reloj
"Vamos a llegar al fondo del asunto y habrá un severo castigo" si se demuestra que Arabia Saudita estuvo detrás del asesinato, dijo Trump.
El desaparecido y presuntamente asesinado periodista saudí Jamal Khashoggi habría grabado su muerte con un reloj inteligente, según afirma el diario turco Sabah.
El periodista, crítico con el príncipe heredero saudí, está desaparecido desde el pasado 2 de octubre y se lo vio por última vez entrando al consulado saudí en Estambul.
Según la información del diario turco Khashoggi activó la función de grabar en su Apple Watch antes de entrar en la sede diplomática y sincronizó el reloj con su teléfono móvil, el cual le entregó a su prometida antes de entrar en el edificio.
El servicio turco MIT y la Policía del país ya analizaron los datos almacenados en el iCloud, el sistema de almacenamiento de datos que permite sincronizar varios aparatos de la firma estadounidense Apple, según Sabah.
“Los momentos en los que el equipo de atacantes (…) se ocupó de Khashoggi están grabados minuto a minuto”, aseguran.
Sabah afirma además que los responsables habrían intentado borrar los archivos, según “fuentes confiables”.
El diario estadounidense The Washington Post, citando al gobierno turco, aseguró que no sólo hay grabación de audio, sino también de video que probaría el asesinato y el posterior desmembramiento del cuerpo del periodista. Turquía, sin embargo, no ha confirmado su existencia oficialmente.
«Habrá un severo castigo»
El presidente estadounidense consideró que el asunto es especialmente grave porque se trata de un periodista.
«Quizás porque era un reportero, creo que por eso hay mucho en juego aquí. Es algo que te sorprenderá que yo diga, pero hay algo muy terrible y asqueroso sobre eso, si ese es el caso. Vamos a tener qué ver», dijo, haciendo referencia a sus propias críticas a la prensa de su país.
Negación
Te recomendamos
La cadena nacional de Javier Milei: entre el tono mesiánico y la autoalabanza
El mandatario ultraderechista habla en tono triunfal, mesiánico y, casi siempre, autocomplaciente: asegura que sus cambios son “históricos” y cuela en el discurso pasajes místicos y diatribas contra sus detractores.
Compartí tu opinión con toda la comunidad