Matteo Salvini: «Italia no se convertirá en un campo de refugiados»
El nuevo ministro del Interior de Italia, el ultraderechista y xenófobo Matteo Salvini, advirtió "los buenos tiempos para los clandestinos se han terminado: prepárense a hacer las valijas”.
El nuevo ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, adelantó este lunes que Italia no aprobará el documento «sobre inmigración» que se presentará este martes en el Consejo de Interior de la Unión Europea (UE) que se celebrará en Luxemburgo porque «penalizará de nuevo» a su país.
Salvini insistió, tal como lo había hecho durante su campaña electoral para ser primer ministro, que Italia «no se convertirá en un campo de refugiados» de la UE.
«Votaremos ‘no’ al documento que será presentado en la reunión en Luxemburgo sobre la inmigración porque penalizará de nuevo a Italia y a otros países del Mediterráneo a favor de los países del norte y del este de Europa», expresó el líder de la Liga Norte, el partido de ultraderecha que mañana celebrará en el Senado la sesión de investidura de su Gobierno formado junto al antisistema Movimiento 5 Estrellas.
Durante un acto en Sicilia el nuevo ministro del Interior prometió utilizar el “sentido común” para acabar con naufragios y llegadas de migrantes.
“No tenemos una línea dura sino una línea de sentido común”, dijo. Salvini ya había advertido el sábado que “los buenos tiempos para los clandestinos se han terminado: prepárense a hacer las valijas”.
“Italia y Sicilia no pueden ser el campo de refugiados de Europa”, reiteró. «No me quedaré sin hacer nada viendo cómo se producen continuos desembarcos. Son necesarios los centros de expulsión», agregó.
Según explicó sus políticas de sentido común estarán enfocadas no en la expulsión sino en la prevención de salidas desde los lugares de origen de los inmigrantes: «Como ministro trabajaré con esos gobiernos para evitar la salida de personas desesperadas que piensan que hay oro en Italia, cuando, por el contrario, no hay trabajo siquiera para los italianos», expresó.
Desde Sicilia Salvini intentó matizar algunas de sus declaraciones anteriores, como cuando arremetió contra los barcos de socorro fletados por ONG a las que calificó de “vicetraficantes” de personas. “Nadie me quitará la certeza de que la inmigración clandestina es un negocio (…) y ver que hay gente que gana dinero a costa de niños que después mueren me indigna”, dijo tras la muerte durante el fin de semana de al menos 57 migrantes frente a las costas de Túnez y de Turquía.
“Así que pienso que es mejor gastar el dinero (actualmente destinado al rescate y la acogida) en los países de origen. Ahora bien, si hay ONG que quieren hacer el trabajo gratis está bien”, declaró.
Salvini arremetió el domingo contra el país africano y dijo que «Túnez es un país libre y democrático en el que no existen guerras, carestías y pestilencias, pero no exporta gentilhombres, sino a malhechores”.
«Iré a ver a mi homólogo de aquel país, porque nadie me saca de la cabeza de que existe un negocio construido sobre los niños que mueren», inisistió.
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