«Dame pa matalo»: la práctica del linchamiento en Venezuela (Tercera parte)

linchamientos-735x400.jpg.980x588_q85_box-001000600_crop_detail

El linchamiento se ha instalado, naturalizado y propagado en la sociedad venezolana, así lo ponen en evidencia los casos sistematizados para esta investigación a partir de la revisión y verificación en fuentes informativas reconocidas. En el año 2015 fue posible rastrear la ocurrencia de 13 linchamientos con 14 víctimas mortales; por su parte en 2016 se pudo contabilizar 21 casos de linchamiento consumados a nivel nacional con 28 víctimas mortales, es decir, un incremento del 100%.

“El que lucha con monstruos debe tener cuidado e no convertirse en uno” – Friedrich Nietzsche

 

Hay quienes afirman que estos hechos ocurren bajo el beneplácito de los cuerpos de seguridad, sin embargo, es pertinente señalar que estas cifras pudieran ser más elevadas de no ser porque múltiples intentos de linchamiento fueron frustrados por la policía, lo cual además ha generado reacciones adversas en la población al considerar que “están haciendo justicia”. Según el criminólogo Freddy Crespo “los linchamientos no son percibidos como homicidios sino como justicia por retaliación” por tanto, “los policías que actúan para impedir los linchamientos son mal vistos por las comunidades y señalados de proteger a los delincuentes”.

En el año 2017, específicamente entre los meses de enero a julio, fue posible rastrear la ocurrencia de 16 casos de linchamientos con 16 víctimas mortales, estos pueden ubicarse en los Estados Anzoátegui (2), Bolívar (1), Carabobo (1), Cojedes (2), Distrito Capital (1), Falcón (1), Lara (1), Miranda (2), Monagas (3), Trujillo (1), Zulia (1). Todas las víctimas fueron hombres con una media de 30 años de edad; los casos se exponen a continuación:

Screenshot_1

11/01/17: José Ramón Maican Yánez, 40 años, fue golpeado hasta la muerte durante un robo por los comerciantes, transeúntes y comensales de la Calle del Hambre del sector Mañongo en Naguanagua.

18/01/17: Luis Enrique Naranjo Infante, 27 años, fue golpeado, tiroteado y su cadáver colgado de un árbol por un grupo de personas en Barrancas del Orinoco del Estado Monagas. El hombre era acusado de perpetrar varios robos en el sector.

27/01/17: No identificado, fue golpeado hasta la muerte por los pasajeros de un autobús de la ruta 2 de Maturín cuando junto a otros dos sujetos sometieron al conductor  y despojaban a las personas de sus pertenencias.

31/01/17: Rafael José Barcelo Barcelo, 38 años, fue golpeado, rociado con gasolina y prendido en  fuego por vecinos del sector Ezequiel Zamora en el Estado Cojedes cuando presuntamente junto con otros dos hombres intentó abusar de una mujer.

31/01/17: Richard Alexander Romero Alvarado, 22 años, golpeado hasta la muerte por los residentes de la comunidad de Camoruco en San Carlos cuando perpetraba el robo de una moto.

06/02/2017: Luis Alexander Moreno, 24 años, fue golpeado y macheteado hasta la muerte por miembros de la comunidad El Rosario en el Estado Bolívar cuando fue culpado de robar y herir a un anciano.

07/02/17: Fernando Ramón Covi Rivero, 61 años, fue atacado con cuchillos, palos y otros objetos contundentes hasta causarle la muerte. El suceso ocurrió en el sector Tasajera en Lagunillas cuando el hombre fue señalado de cometer actos lascivos a una niña de 7 años.

12/02/17: Reinaldo Jesús Ojeda, 32 años, fue golpeado y quemado vivo por los vecinos de la Cota 905 tras ser acusado de violar a una mujer. El hombre se encontraba visitando a su abuela en la zona, tenía discapacidad mental y se encontraba en situación de calle.

21/02/17: Jean Carlos Sánchez Salazar, 19 años, un grupo de personas de la comunidad El Mangozal en Maturín le propinaron golpes, patadas y pedradas hasta causarle la muerte cuando fue sorprendido robando el teléfono celular a una mujer embarazada.

06/03/17: Dicarlos Ramón Chávez Silva, 20 años, asesinado a golpes por los residentes del sector Colombia Norte en La Vela de Coro cuando presuntamente fue sorprendido robando a una mujer.

06/03/17: Jean David Zambrano Montilla alias “El cobrador”, 32 años, murió al ser atacado con palos, piedras, tubos, cuchillos y quemado por más de 300 personas en los caseríos rurales de Boconó en el Estado Trujillo. El hecho ocurrió cuando el hombre intentaba cobrar una vacuna bajo la amenaza que de no recibirla robaría el dinero que la comunidad guardaba para la compra de las cajas del Clap.

31/03/17: No identificado, fue golpeado, tiroteado, rociado con gasolina y prendido en candela por los habitantes de la urbanización Ciudad Miranda en Charallave cuando se le atribuyeron los continuos robos en las viviendas del sector.

22/04/17: Jesús Antonio Mago, 19 años, fue golpeado y apuñaleado hasta la muerte por los vecinos del sector Sierra Maestra en Puerto la Cruz luego de asesinar a un niño de 6 años durante un robo.

27/05/17: Danny José Subero, 34 años, el ex teniente de la Guardia Nacional Bolivariana fue golpeado y abaleado por una multitud en la urbanización Valle Hondo en Cabudare. El hombre fue acusado de ser un infiltrado cuando presuntamente grababa con su teléfono celular a las personas durante la celebración del sepelio de un joven asesinado en el contexto de las protestas antigubernamentales.

05/06/17: Orlando José Figuera, 22 años, fue brutalmente apuñaleado, golpeado, rociado con gasolina y prendido en candela por una multitud durante una protesta antigubernamental en la zona de en Altamira del municipio Chacao. De acuerdo a la investigación del Ministerio Público el hecho ocurrió cuando un hombre con quien había tenido un altercado previo hizo creer a los demás manifestantes que estaba robando para que lo agredieran.

18/07/17: Héctor Alejandro Anuel Blanco, 35 años, fue atacado con un explosivo artesanal por un grupo de manifestantes cuando se desplazaba con un grupo de motorizados identificados con el oficialismo por la avenida Daniel Camejo Octavio de Lechería. El hombre fue apedreado e incinerado.

No obstante, la desatención de estos casos, los altos niveles de aceptación que estas prácticas han alcanzado en la sociedad, aunado a la confianza de la población en este tipo de actos -porque asumen que ante el carácter colectivo del homicidio nadie será responsabilizado-, ha favorecido la diversificación de estos crímenes. Por un lado ha variado el perfil de los agresores (linchadores), según Marco Ponce coordinador general del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social “el fenómeno está tomando incluso una nueva forma, en la que ahora participan nuevos actores, como las mujeres”; pero también han comenzado a participar de ellos niños y adolescentes, estudiantes universitarios, profesionales, personas de la clase media, adultos mayores, entre otros.

También ha cambiado el perfil de las víctimas, este tipo de “castigo” ya no está reservado solo para aquellos que han cometido un delito grave, al contrario, se dirige cada vez más hacia los delitos menores, por ejemplo algunos de los linchados califican como “delincuentes amateurs”, es decir, que salieron a robar por primera vez y encontraron la muerte por manos de comunidades enardecidas. Así mismo, se ha hecho frecuente el linchamiento por venganza personal, el linchamiento producto de “confusiones” y estereotipos, e incluso por razones políticas. Así lo ponen en evidencia los casos de linchamiento perpetrados durante 2017 de los cuales 6,25% tuvieron como motivación la venganza personal, 6,25% por secuestro o extorsión, 18,7% por abuso sexual, 6,25% por homicidio, 50% por robo y 12,5% por motivos políticos. Del total de víctimas el 31,2% fueron quemados vivos.

Screenshot_2

Pero la ocurrencia de linchamientos y quema de personas en el contexto de las protestas antigubernamentales iniciadas en el mes de abril, dio paso a la creación de una matriz de opinión en la que se asegura que en Venezuela se están linchando y quemando sistemática y masivamente a las personas por el hecho de ser “chavistas”. Un reportaje realizado por Red58.org afirma que “al menos 23 personas han sido quemadas vivas desde el pasado mes de abril hasta el día de hoy en actos de protestas organizadas por la oposición venezolana. La mayoría murió o recibió graves lesiones debido a prejuicios hacia y contra la víctima por razón de su condición social o creencia política, acto tipificado por Naciones Unidas como crimen de odio”. Además durante los últimos meses, estos hechos han llegado a ser calificados y comparados -por algunos dirigentes políticos, analistas y medios de comunicación- con las actuaciones del Ku Klux Klan en Estados Unidos, el genocidio nazi en Alemania, el genocidio en Ruanda, las prácticas del paramilitarismo de Colombia, el sicariato en México, e incluso consideradas similares a las acciones del Estado Islámico (ISIS).

Sin embargo, de acuerdo a la investigación periodística realizada por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información titulada “Víctimas fatales de la violencia política en Venezuela abril-julio 2017”, hasta el mes de julio solo 3 de las víctimas reseñadas califican como linchamientos, de los cuales 2 de ellos fueron quemados vivos. Estas cifras coinciden con las expuestas en el “Balance de víctimas fallecidas y lesionadas durante manifestaciones en abril-julio 2017” del Ministerio Público, en el cual de los casos contabilizados solo 3 pueden ser calificadas como linchamientos y de estos, 2 de las víctimas fueron quemados vivos. Así mismo, de acuerdo al seguimiento en prensa de los casos de linchamiento perpetrados durante 2017 para la realización de este estudio, de 16 linchamientos registrados desde enero al mes de julio solo 3 se perpetraron en el contexto de las protestas antigubernamentales, de los cuales 2 fueron quemados vivos.

Ahora bien, aunque el tema de los linchamientos en el país tradicionalmente ha sido obviado y desatendido, la ocurrencia de estos hechos favorecieron y estimularon un discurso politizado y polarizado en el que una parte del sector opositor -desde una perspectiva abiertamente clasista y racista- optó por desestimar, ignorar, invisibilizar, minimizar e inclusos justificar la ocurrencia de estos dantescos hechos; mientras que desde el sector oficialista se construyó, exacerbó y sobredimensionó en el imaginario colectivo la figura de los “quema gente” y “quema chavistas”. De este modo, durante 2017 el fenómeno del linchamiento y la quema de personas históricamente desasistido, postergado y relegado por las distintas instituciones y sectores políticos, fue apropiado y utilizado como recurso generador de temores, persecuciones, adhesiones y rechazos en el proceso de construcción y deconstrucción de campañas y anti-campañas electorales.

Con información de contrapunto.com

 

 

 

 

«Dame pa matalo»: la práctica del linchamiento en Venezuela (Primera parte)

«Dame pa matalo»: la práctica del linchamiento en Venezuela (Segunda parte)

Te puede interesar

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje