Escándalo de presidenta de Corea del Sur salpica al CEO de Samsung
Samsung sigue en una debacle de la que le va a costar salir, pues su CEO Lee Jae-Yong, aparece salpicado en el escándalo de corrupción de la Presidenta Park Geun-hye.
El gigante surcoreano se está viendo enredado en la trama de corrupción y sobornos, pocos meses después del desastre de su Galaxy Note 7.
Contra todo pronóstico y lógica, las acciones de la compañía mantienen su precio estable, a pesar de la montaña de problemas que han afrontado desde 2016. La semana pasada, su presidente encargado, Lee Jae-Yong estuvo a punto de caer en prisión, acusado de pagar dantescos sobornos a una asesora del Gobierno surcoreano para lograr la aprobación de una fusión empresarial que le ayudaría a consolidar su control sobre el gigante tecnológico.
Sorpresivamente, mientras la prensa y la compañía aguardaban noticias sobre la libertad de Jae-Yong, las acciones de Samsung subieron 1.46%.
Heredero del imperio
Lee Jae-yong tomó las riendas del conglomerado después de que su padre Lee Kun-Hee sufriera un infarto al miocardio en 2014. Desde entonces permanece postrado sin poder trabajar. Esta empresa fue fundada en 1938 por el padre de Kun-Hee, durante la ocupación colonialista de Japón en Corea del Sur. A pesar de que era un pequeño negocio de frutas, verduras y pescado, se convirtió en uno de los más grandes fabricantes de celulares y aparatos tecnológicos del mundo. Le arrebató varias veces el primer puesto en venta de televisores a empresas gigantes, como la japonesa Sony.
Por ahora, Lee Jae-Yong evitó caer en prisión, a pesar de que los fiscales acusadores le atribuyen a Lee cargos de corrupción, malversación y perjurio.
Samsung respira aliviada, alentada por la tensa calma del precio de sus acciones, pero analistas consideran que una eventual condena al CEO sería un fuerte golpe para la marca y para sus negocios globales.
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