Alabama: desestiman caso de mujer acusada de matar a su feto tras recibir un disparo
Un gran jurado había acusado a Marshae Jones, de 27 años, de homicidio involuntario porque recibió disparos en el abdomen y perdió el embarazo de cinco meses.
Marshae Jones, de 27 años, estaba embarazada de cinco meses cuando participó el pasado diciembre en una discusión que terminó con un disparo en el vientre, que no acabó con su vida, pero sí con la del feto que gestaba lo que llevó a la justicia del estado conservador estadounidense, Alabama, a acusarla de «homicidio involuntario».
En un principio, la justicia de Alabama fue contra la mujer que apretó el gatillo, pero cuando la policía informó de que Jones había sido quien inició la pelea, un gran jurado la acusó de homicidio involuntario, alegando de que fue ella la que provocó “intencionalmente” la pérdida del hijo no nacido.
Este miércoles un fiscal de Alabama informó finalmente que van a desestimar el caso y no se emprenderá ninguna acción legal contra Jones.
«El tema que tenemos ante nosotros es si es apropiado tratar de responsabilizar a alguien legalmente por las acciones que llevaron a la muerte del niño por nacer», dijo el fiscal del distrito de Bessemer Cutoff, Lynneice Washington.
«En esta triste historia no hay ganadores, solo perdedores”, agregó.
La acusación
La policía Danny Reid, a cargo de las investigaciones del caso había asegurado que “la única víctima verdadera en esto fue el bebé que estaba por nacer». En ese sentido había argumentado que «cuando una mujer embarazada de cinco meses inicia una pelea y ataca a otra persona, creo que tiene alguna responsabilidad en cualquier lesión del hijo por nacer».
En la acusación se señala que la madre «causó intencionalmente la muerte del bebé no nacido por haber iniciado una pelea sabiendo que estaba embarazada de cinco meses».
El fiscal Washington consideró que “este es un caso verdaderamente perturbador y desgarrador. Un bebé por nacer se perdió trágicamente y las familias de ambos lados de este asunto han sufrido. Nada de lo que hagamos hoy o en el futuro cambiará esa realidad».
La noticia de la acusación contra Jones había despertado una enorme indignación en los movimientos sociales y feministas.
«Por ser una mujer negra, a pesar de haber sufrido daños físicos y haber perdido su embarazo, el Estado no reconoce a Marshae como una víctima, solo a su feto», criticó Planned Parenthood, una organización que proporciona servicios de salud reproductiva en Estados Unidos.
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