Bloguera muestra cómo sería su cuerpo si hiciera caso a los comentarios en las redes
La bloguera británica Chessie King decidió obedecer a sus 'trolls' y modificó (con edición) su cuerpo según las críticas que recibe en las redes.
«Si cambiáramos nuestro cuerpo por cada troll, si escucháramos a cada abusón cibernético, seríamos monstruos. Tanto si tienes 23 seguidores como si son 3 millones, NADIE tiene que lidiar con el odio diario en internet», escribió en su cuenta de Instagram Chessie King, una popular bloguera británica.
La joven, con ayuda de edición, creó una imagen espeluznante de sí misma siguiendo «las recomendaciones» de los internautas. En la nueva imagen de sí misma se la ve con ojos y labios excesivamente grandes, cintura minúscula, cadera y pechos voluptuosos y piernas delgadísimas.
«Lo que más suelen comentar mis trolls es que mi cuerpo es demasiado grande como para ser instragramer dedicada al fitness y la alimentación sana», contó King en entrevista con Verne de El País de Madrid.
La ONG The Cybersmile, que lucha contra el acoso en las redes, propuso a esta joven y exitosa instagramer hacer un experimento. Para ello primero publicó un video de ella en ropa interior, dando un discurso de lo importante de mantener la belleza real.
En el texto que acompaña el video dice a sus seguidores que quiere que se sientan lo suficientemente seguros como para bailar en ropa interior «y abrazar cualquier bamboleo que tenga».
A su vez reconoce que hace unos años nunca habría publicado ese video porque en ese momento solo pensaba en ser lo más delgada posible, ir al gimnasio, contar las calorias de la comida y nunca se veía lo suficientemente «perfecta».
«Ahora mi prioridad es ser feliz, estar cómoda en mi propia piel y apreciar mi cuerpo y lo que hace por mí», expresa.
«No fuimos hechos para ser muñecas Barbie (…) fuimos hechos para ser HUMANOS y todos deberían poder SENTIRSE increíblemente bien las 24 horas, todos los días», agrega.
Finalmente viene el reto a sus seguidores: «Ven a mí guerreros del teclado, puedes decir lo que quieras pero nada me derribará».
Luego con los comentarios críticos que recibió expertos digitales crearon una versión de ella que seguía los consejos de la gente y alcanzaba la supuesta «perfección» que buscan algunas personas.
El resultado, lejos de ser más bello, muestra a un ser monstruoso, deformado por los retoques para agradar a todos y seguir los cánones de belleza preestablecidos en la sociedad.
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