Charlize Theron: “Si no me pagan lo mismo que a un hombre no acepto el papel”

La actriz sudafricana Charlize Theron, conocida por sus transformaciones camaleónicas en el cine, ser la cara del perfume J’Adore de Christian Dior y fundar una ONG para luchar por la igualdad entre hombres y mujeres reveló que hoy está en un momento en que si no le pagan lo mismo que a sus compañeros hombres no acepta participar de los proyectos.

Charlize fundó en 2007 la organización Africa Otreach Project, que tiene como objetivo luchas por la igualdad entre hombres y mujeres, reducir la violencia, los casos de sida y los abusos sexuales.

La actriz de 41 años que se crió en una granja polvorienta a las afueras de Benoni, una localidad a 54 kilómetros de Pretoria, la capital de Sudáfrica reconoce que hoy es una privilegiada y que aprovecha ese lugar para luchar por la igualdad ente hombres y mujeres.

Theron reveló que en el 2015 cuando se dio a conocer que Jennifer Lawrence había cobrado menos que sus compañeros de reparto en La Gran Estafa Americana, ella exigió el mismo sueldo que su compañero en El Cazador y la Reina de Hielo, Chris Hemsworth. Y en una entrevista a la revista Elle contó que en ese entonces «la productora no rechistó, accedió. A lo mejor ese es el mensaje: las mujeres debemos exigir. Es el momento de alcanzar la igualdad. Las niñas deben saber que no hay nada malo en ser feminista; al contrario. Es una actitud que no conlleva odiar a los hombres. Significa igualdad de derechos. Si el trabajo es idéntico, la remuneración también debe serlo».

No es fácil

Ahora en una entrevista a El País la actriz reconoce que no es fácil tomar esa actitud y afirmó: “Es complicado. Yo soy una privilegiada. Me puedo permitir el lujo de plantarle cara a un estudio. Puedo decirles: ‘Páguenme lo mismo que a ellos, o no aceptaré el papel’. Soy tan privilegiada que hasta me hacen caso. Muchas mujeres no disfrutan de esa libertad. Comportarse como yo lo hice conlleva un riesgo. Significa jugarse el empleo. No me gustaría que se me malinterpretara, que me tacharan de poco empática. Cada cual tiene su propia lucha; existen prioridades, como poner comida encima de la mesa” dijo.

De todas maneras consideró que “cuanto más hablemos del tema, mejor. Es sano insistir sobre lo difícil que resulta para nosotras reivindicar estas cuestiones. Hacer ruido es vital, porque la sociedad debe cambiar todavía mucho. Pedir el mismo salario debería ser algo natural”.