10 consejos para prevenir la celulitis

La celulitis, una de las “pesadillas” de varias mujeres, es algo mucho más común de lo que podemos pensar: de hecho, afecta hasta el 98% de las mujeres. Su nombre científico es lipodistrofia ginecoide, se trata de un cúmulo de tejido graso que se encuentra en algunas zonas del cuerpo, formando nódulos adiposos. Principalmente la encontramos en las caderas, los mulsos, los brazos, los glúteos y los mulsos.

La celulitis afecta al tejido celular que está por debajo de la piel, incluyendo los adipocitos, la microcirculación arterial, venosa y linfática. Esto puede provocar una alteración en la circulación, así como aumentar el tejido graso.

No es lo mismo

La celulitis tiene fases o grados. Al principio la comprensión de los capilares sanguíneos es prácticamente invisible, se aprecian los hoyuelos solo cuando presionamos o pellizcamos esa determinada zona del cuerpo.

En un segundo momento va aumentando la presión en la circulación y comienza a afectar a los tejidos circundantes, en esa fase puede que haya algo de dolor o molestia cuando se comprime la zona.

Ya en un tercer momento o fase, las fibras atraviesan una degeneración del colágeno, se forman bloques amorfos que provocan aprisionamiento de los adipocitos llenos de triglicéridos. Allí, se modifica el metabolismo celular y se forman micronódulos. En una cuarta fase, denominada fibrosis cicatrizal, se produce una alteración nutricional y desoxigenación del tejido conjuntivo, al progresar la comprensión de los vasos y los nervios.

La aparición de la celulitus puede deberse a diversos factores como la herencia, hormonas, alimentación, estrés, sedentarismo y enfermedades del sistema linfático y circulatorio.

Para combatir la celulitis hay que combinar una serie de medidas. Principalmente la alimentación e hidratación, la actividad física y el complemento con tratamientos corporales.

Mejor prevenir

Diez medidas que podemos tomar para prevenir fácilmente la aparición de celulitis:

1. Tomar mucha agua

2. Restringir la sal.

3. Eliminar los tóxicos (entre otros: alcohol y cigarros)

4. Evitar fiambres, embutidos y bebidas gaseosas.

5. Evitar el exceso de alimentos grasos y dulces.

6. Mejorar la postura.

7. Hacer ejercicio regularmente

8. Practicar tratamientos de preso terapia o drenajes linfáticos manuales (masajes).

9. Hacer exfoliaciones diarias para despertar la circulación superficial.

10. Aplicar productos tópicos que combatan esta afección (cremas)