¿Qué tiene de bueno bañarse con agua fría?

 

 

Aún estando en verano las personas, sobre todo las mujeres, evitan la ducha con agua fría. Casi nadie se da un baño así salvo que sea la única opción, ya que bañarse con agua tibia o caliente parece ser más relajante y desestresarte

Pero según dicen diversos estudios deberíamos comenzar a incorporar estas duchas que a priori parecen un castigo.

Muchos recomiendan al menos finalizar nuestro baño tradicional bajo el agua helada siendo la última que nuestro cuerpo reciba. Se puede iniciar el baño con agua caliente e ir graduándola hasta terminar con agua fría.

Aquí les dejamos algunos de los beneficios de bañarse con agua fría:

Piel saludable: el agua caliente seca la piel lo que provoca un aspecto falto de brillo, mientras que el agua fría refuerza los poros impidiendo que se tapen y ayuda a eliminar células muertas, lo que mantiene la piel fresca y con un brillo natural.

Cabello más fuerte: el agua fría estimula el cuero cabelludo revitalizando los vasos sanguíneos, muchos aseguran que ayuda a prevenir la caída del pelo. Además se conoce como una forma natural de eliminar la caspa.

Mejor circulación: Las duchas con agua fría también aumentan la circulación sanguínea en su totalidad, cuando el cuerpo siente el agua fría inmediatamente empieza a llevar más sangre a los órganos y los tejidos internos.

Renueva energía: bañarse con agua fría luego de hacer ejercicio actúa como un renovante natural y  reduce el dolor muscular. Tomar una ducha así en las mañanas es ideal para comenzar el día. Por este motivo estas duchas no son recomendables para personas que sufren de insomnio ya que lejos de ayudar a conciliar el sueño despabilan.

Refuerza sistema inmunológico: el agua fría aumenta el ritmo metabólico y activa el sistema inmunológico que envía más glóbulos blancos que combaten los virus y hacen que te enfermes menos.