Más elevación, menos implantes

Desde el año 2000 ha aumentado significativamente el número de mujeres que optan por esta práctica. Lo que fue un verdadero boom en los años 90, está viendo quizás, su fin. Llevadas por las consecuencias, por miedo a la mala praxis, y otra serie de motivos, hoy las mujeres se sienten más cómodas y seguras si elevan sus pechos, antes de operarlos.

La Asociación de Cirujanos de los Estados Unidos ha divulgado una serie de cifras que reflejan esta nueva realidad: según sus datos se practicaron 50,000 levantamientos de pechos en el año 2000, mientras que en el 2013 esta cifra prácticamente se duplicó, ascendió a 90,006.

Si bien estos números son importantes, la cirugía de implantes sigue siendo la más popular, aunque viene transitando un desacelere constante respecto a años anteriores, que ha llamado la atención de los médicos. Durante el año 2013 la cantidad de cirugías estéticas descendió en un 37% respecto al año 2000.

En cualquiera de los casos, la seguridad y la autoestima son los motores principales por los que las mujeres buscan aumentar el tamaño de sus pechos.

Según el comunicado de Robert Murphy, en representación de la Asociación de Cirujanos Plásticos de los Estados Unidos, “Muchas mujeres buscan una apariencia juvenil desde sus pechos usando el tejido que ya tienen”.

Los motivos

El levantamiento de pechos es una de las prácticas más buscadas por aquellas mujeres que aún no están del todo seguras de practicarse un implante. Es más bien un paso previo, si es que después deciden hacerlo, o bien, una manera de concretar ese crecimiento de busto que buscan, pero de una forma quizás menos invasiva que otro tipo de intervenciones.

A diferencia del implante, la elevación de pecho quita el exceso tejido adiposo de la piel. La cirugía de implante por su parte, coloca material de relleno para así aumentar el volumen, siendo una de las intervenciones que suelen seguir a la masectomía.