Cavallo adelantó que no se ha pedido dinero al Fondo Monetario Internacional

Argentina: funcionarios públicos y jubilados cobrarían 13% menos

Sturzenegger precisó que «es un número (el del descuento) que va a ir moviéndose todos los meses porque depende de la recaudación».

El gobierno había anunciado esta semana que la reducción global del gasto público sería de entre 8 y 10% y que el ajuste, destinado a alcanzar un «déficit cero» en el segundo semestre, sería transitorio.

El decreto establece la reducción de «sueldos, haberes, adicionales, asignaciones familiares, jubilaciones y pensiones», exceptuados los haberes mínimos de hasta 200 pesos (igual en dólares).

Ayer, Sturzenegger precisó que «no se tocarían las jubilaciones mínimas, que están por debajo de los 300 pesos».

Esta «fue una decisión difícil porque cuanto más alta era la jubilación que no se tocaba, mayor iba a resultar el ajuste sobre el resto de los empleados públicos y las cuentas de los proveedores», explicó.

El FMI

El ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, dijo que su país no ha solicitado nuevos fondos al FMI y aseguró que el gobierno sigue apegado a su plan de austeridad, a pesar de que varias empresas y bancos ofrecieron adelantar los pagos de impuestos para ayudar al gobierno a enfrentar sus graves problemas fiscales. «Argentina tiene un programa con el Fondo Monetario Internacional, Argentina está cumpliendo con todas las metas y por lo tanto va a conseguir todos los desembolsos comprometidos por el FMI y el Banco Mundial, y de momento no hemos solicitado más dinero», dijo Cavallo a Reuters. Un portavoz del FMI dijo el viernes que el organismo no piensa adelantar fondos del programa de préstamos que mantiene con Argentina, o proveerle nuevos fondos. Cavallo también confirmó informes de que varias empresas y bancos locales ofrecieron adelantar los pagos de impuestos hasta reunir 1.200 millones de pesos, en una iniciativa que el funcionario dijo «reforzaría las finanzas públicas, sobre todo para reforzar los planes sociales».

«Nosotros no pedimos pero si lo ofrecen por supuesto lo vamos a aceptar».

Sin embargo, Cavallo dijo también que cualquier adelanto de impuestos no cambiará sus planes de «déficit cero» para el resto de 2001 y 2002. El ministro explicó que de recibir la asistencia financiera de las empresas locales, ese dinero no afectará la política de equilibrio presupuestario, es decir que el ingreso extra no habilitará a un mayor gasto.

«Nosotros no estamos planeando ninguna variante en nuestra política de equilibrio presupuestario derivado de esta iniciativa privada, porque si fuera un anticipo de impuestos simplemente sería una suerte de asistencia financiera que nos estarían haciendo. Eso no significa ninguna reducción del ajuste fiscal». El plan de Cavallo implica que el Estado no gastará más de lo que recauda en impuestos y si el dinero recolectado no le alcanza para cubrir sus necesidades, reducirá el monto de salarios, pensiones y otros pagos.

El éxito del plan según los observadores depende del apoyo que logre De la Rúa de su propia coalición de centro izquierda, cuyos líderes todavía no lo han apoyado abiertamente. «Los dirigentes de la Alianza pueden aportar todas las ideas que quieran pero el gobierno tiene un plan que va a llevar adelante, salvo que alguien nos convenza de que hay alguna variante mejor, pero hasta ahora no hay ninguna variante mejor que la que hemos puesto en marcha», dijo Cavallo. *

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