Liquidación. El BCU se desprendió de ellas entre 2000 y 2001

El mal negocio uruguayo a la hora de vender su oro

Uruguay llegó a tener a fines del milenio anterior, en 1999, casi 56 toneladas de oro, distribuidas en las bóvedas del Banco Central y en el exterior. Se vendieron entre los años 2000 y 2001. Si se observa el precio del metal hoy en día, el negocio fue muy malo. Por esas 56 toneladas de oro se obtuvieron entre U$S 500 millones y U$S 600 millones: hoy valdrían U$S 2.840 millones, casi 5 veces más.

En 1999 las tasas altas en la economía internacional y la gestación de una burbuja en el sector de Internet llevaban a que invertir en oro no fuera rentable y los fondos se canalizaban al mercado de la deuda de países o empresas y las bolsas del mundo.

Fue entonces que un candidato a presidente de la República, Jorge Batlle, hizo su campaña con un lema que proponía detener la emigración de los jóvenes vendiendo el oro que tenía el Estado y pagando la deuda pública.

Batlle había señalado antes de las elecciones de 1999 que pretendía vender las reservas de oro para pagar los 8.261 millones de dólares de la deuda externa. «El oro se recompra; los jóvenes que se van por la crisis, no vuelven».

Lo cierto es que quien fuera presidente entre 2000 y 2001 vendió la totalidad del oro que componía las reservas del BCU, pero ese dinero no se utilizó para pagar la deuda pública sino que pasó a engrosar las reservas en dólares del banco.

Lo cierto es que los números tampoco daban. Batlle decía que pretendía con el oro pagar la deuda pública, que era de U$S 8.261 millones, pero sabía que con el precio del oro de ese entonces sólo sacaría unos U$S 600 millones.

 

Disminuyendo de a poco

En febrero de 2000, antes de asumir la presidencia Jorge Batlle, las reservas en oro del Banco Central (BCU) alcanzaban a U$S 512 millones. De este modo y con una cotización de U$S 283,85 por onza, la cantidad de onzas en poder del banco eran 1.801.856, o sea 55,8 toneladas.

En ese momento el oro uruguayo estaba distribuido en su localización física. En las bóvedas del BCU había 264.311 onzas de las cuales 261.528 eran lingotes y barras, 2.782 onzas en monedas de oro y una onza en láminas. En tanto, el oro en el exterior llegaba a 1.536.522 onzas.

Los registros históricos del BCU muestran que en agosto de 2000, a pocos meses de que Batlle asumiera la presidencia se vendían 204 mil onzas a un promedio de U$S 289, obteniéndose U$S 59 millones. Hoy día esas 204 mil onzas valen U$S 321 millones,

A fines de ese mes ya había comprometidas en la venta otras 446 mil onzas.

Para enero de 2001 sólo quedaban 834 mil onzas, que por ese entonces tenían un valor de mercado U$S 227 millones a un promedio de U$S 272 la onza.

La liquidación de las reservas de oro continuó durante todo el período de gobierno de Batlle y para la crisis de 2002 ya no quedaba nada. Cuando asumió Tabaré Vázquez, en 2005, del total de las reservas en oro sólo quedaban U$S 4 millones, unas 10 mil onzas.

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