REPRESENTAN EL 92% DEL TOTAL DE EMPRESAS DEL SECTOR

Micro y pequeñas empresas de la construcción ocupan casi 18 mil trabajadores

Así lo revela un informe elaborado por la contadora Elvira Domínguez, representante empresarial en el Directorio del BPS, que fuera elaborado con la colaboración de la arquitecta Margarita Camacho y la economista María José Franco, y que fuera publicado en la revista «En Obra» de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción. Según datos de Atyr del BPS, en el mes de noviembre de 2006, el total de remuneración del sector llegó a $ 286 millones, en 4.440 empresas y empleando a 48 mil trabajadores. La remuneración promedio mensual fue en las grandes empresas de $ 7.569 por trabajador y en la microempresa de $ 3.557 (ambos son los extremos de la realidad empresarial en la construcción).

En su artículo, Domínguez sostiene que «las Pymes son un elemento relevante en la redistribución de la riqueza, y se las debe proteger de la tendencia a la concentración empresarial, consecuencia directa de la globalización. Es precisamente esa estructura de Pymes, familiar y contenedora, la que otorga equilibrios y la que –sin descuidar a las demás empresas– queremos potenciar».

Según la normativa uruguaya una microempresa ocupa hasta cuatro dependientes, una pequeña empresa de cinco a 19 dependientes, una mediana empresa ocupa de 20 a 99 dependientes y una gran empresa más de 100 dependientes.

En el mes de noviembre de 2006, aquellas empresas que ocupan hasta 19 trabajadores (micro y pequeñas empresas) representaron el 97% del total de empresas del país.

«El sector de la construcción, no es ajeno a esta realidad y sigue la misma tendencia que el resto de los sectores de la economía» se sostiene.

Estas empresas están vinculadas a la actividad de construcción y remodelación de viviendas y a la obra de menor envergadura.

La directora del BPS explica que «encontramos un 8% de medianas y grandes empresas, que emplean algo más que 30.000 personas (63% del total de la mano de obra demandada por el sector) y dirigen su actividad a grandes proyectos de obra pública (vial, sanidad, etc.) o a proyectos de obra privada mayores (complejos hoteleros, edificios, fábricas, etc.).

Estos emprendimientos mayores alteran la tendencia de desempeño del sector, provocan picos en los niveles de actividad y en la generación de empleo que son difíciles de sostener en el tiempo. Es ejemplo de esto el gran y cuestionado emprendimiento que se lleva adelante en este momento en el país: la construcción de la planta de celulosa en el departamento de Río Negro».

 

Realidades diferentes

El artículo explica que las obras atendidas por micro y pequeñas empresas del sector enfrentan una realidad diferente, con niveles de actividad más estable que determinan también mayor estabilidad en la demanda de factores de producción (trabajo, materias primas, etc.).

En términos de remuneración, todas las empresas pagan de acuerdo con los laudos surgidos de los Consejos de Salarios. No obstante, la remuneración promedio en las grandes y medianas empresas es superior al promedio que pagan micro y pequeñas empresas.

Esta diferencia se justifica en que las grandes empresas requieren en mayor grado de supervisión (capataces y mano de obra especializada), con niveles mayores de remuneración.

Al analizar la evolución del sector se señala que «los datos indican un aumento en la cantidad de trabajadores dependientes y en los jornales trabajados. Esto se debe a una conjunción de factores en los que el más relevante es la propia expansión que enfrenta la actividad en un contexto favorable. También incide en ello la incorporación hacia la formalidad de trabajadores que antes se desempeñaban al margen de la normativa vigente. Los mayores niveles de actividad claramente se registran entre los meses de octubre y diciembre, previo a la licencia de la construcción y al inicio de la temporada veraniega, ya que la construcción y el turismo están sumamente ligados en emprendimientos de este estilo».

 

Algunos puntos de estudio

Hay algunos puntos sobre los cuales, en la industria de la construcción, Domínguez pone especial énfasis y explica el porqué.

Obras de mantenimiento menores que no requieren permiso de construcción no son realizadas por contrato, los trámites y el cumplimiento de las normativas son inciertos, y «este tema requiere inmediata solución, tanto para los trabajadores como para el contribuyente y el BPS».

En trabajos que no modifican la estructura original de los planos no se requiere permiso de construcción e insume escasos jornales.

«En la mayoría de los casos, los trabajadores vinculados a este tipo de trabajo no integran la plantilla de las empresas, o en caso de trabajadores independientes, no se encuentran registrados. ¿Cómo se puede competir con quienes no cumplen sus obligaciones? Desde el BPS se elaboró una propuesta que se presentó ante el MTSS, buscando contribuir a la formalización», señala la directora del BPS.

También existen dudas en otros puntos. Cuando un trabajador de la construcción está con remuneración «0» y se enferma, ¿tiene prestaciones de actividad? «Hay un grupo de trabajo analizando este tema, pues plantea dificultades de interpretación». *

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