El Índice de Confianza del Consumidor regresa a zona de “pesimismo”   

La Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universidad Católica con Equipos Consultores presentó su informe de mayo de 2017, presentando la evolución y análisis de los resultados sobre la “Confianza del Consumidor en Uruguay y otros indicadores de confianza económica”.

En el informe se indica que en mayo el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) corrige el salto del mes anterior y “vuelve a caer bajo la línea neutral, esto es, regresa a zona de pesimismo, con un valor de 47,1”.

En un marco de mayor volatilidad de las expectativas en los últimos tres meses, esta caída de 4,2 puntos en mayo (-8,2%) “revierte parcialmente el crecimiento de 6,2 puntos del ICC en abril”.

De este modo, el ICC en mayo queda en valores “inferiores” a los de enero-febrero de este año, y se mantendría en valores en torno al promedio del segundo semestre del año, cuando la economía comenzaba a recuperarse, “pero no lograría aún superar ese nivel de manera sostenida”.

En igual sentido, los tres subíndices que componen el ICC caen en mayo, en magnitudes inferiores a las que crecieron el mes anterior, siendo la “Predisposición a la compra de bienes durables” el que nuevamente registra la mayor variación mensual (-7,5 puntos).

En cuanto a los “otros indicadores de confianza económica” se podría hacer el mismo señalamiento, salvo en el caso de “Expectativas de desempleo” y en “Capacidad de ahorro”, cuyos índices muestran no solo “menor optimismo” respecto a abril, sino que mostrarían una “trayectoria más pesimista”.

Empeoran expectativas en materia de desempleo

En mayo el índice que mide las “Expectativas de desempleo” de los consumidores registra un valor de 66,2, que lo ubica en zona de importante pesimismo. Un año atrás, en mayo de 2016, este índice alcanzaba su máximo de los 10 años en que se releva.

Por tal motivo, en la comparación interanual, actualmente presenta una caída de 5,7 puntos (-7,9%). En línea con el repunte de confianza económica que registraban los diferentes indicadores, las expectativas de desempleo mejoraron durante el segundo semestre del año pasado, hasta llegar en noviembre a un valor de 54,4 (“moderado pesimismo”).

Desde entonces -salvando el repunte generalizado de abril- el índice muestra una evolución al alza. Por tanto, a mayo actual el consumidor es menos pesimista que hace un año atrás, pero se encuentra en un muy elevado nivel de pesimismo, que se presenta creciente.

Este “repunte del pesimismo” en materia laboral se correspondería con una tasa de desempleo que a marzo (última medición a la fecha) alcanzaba 9%, la mayor tasa de los últimos 10 años (desde setiembre de 2007).

La mayor tasa de desempleo a su vez es producto de una caída de la tasa de empleo (de 59,4 a 58,0), esto es, de la pérdida de puestos de trabajo, se indica en el estudio.