Industriales afirman que el cierre de planta de ensamblado Chery tendrá un efecto “en cadena”
El presidente de la Cámara de Industrias, Washington Coralo, afirmó que el cierre de la automotriz Chery tendrá un efecto “en cadena” y generará consecuencias en otros eslabones de la cadena productiva debido a una baja de la actividad exportadora.
La planta de origen chino confirmó el cierre definitivo de su planta de ensamblado en Paso Carrasco y despidió a los 350 trabajadores.
El titular de la CIU, sostuvo en el informativo de la Asociación de Radios del Interior, que se continúa con las conversaciones con representantes del gobierno nacional a los efectos de evitar que situaciones similares ocurran en otras áreas de la actividad.
El 19 de mayo, los representantes de Chery en Uruguay transmitieron al gobierno la imposibilidad de seguir ensamblando vehículos y por tanto suspendía la producción.
Por su parte, el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (UNTMRA), César Acosta, confirmó al diario El País que los 350 trabajadores fueron finalmente despedidos. Agregó que la empresa ya hizo efectivo el pago correspondiente a los ceses.
Para el sindicato, el cierre genera una perspectiva compleja para el sector automotor.
Coralo por su parte reclamó medidas “proactivas” que permitan atender la situación adversa de esta y otras empresas mediante “beneficios impositivos”.
El titular de la Cámara de Industria, sostuvo que la situación es complicada en materia de exportaciones por precios y demanda afectando no solo a Chery sino además a varias empresas del Uruguay.
Ventas al exterior cayeron 28,2%
Según datos de la Unión de Exportadores (UEU) las ventas externas de vehículos y partes cayeron 28,2% en el acumulado de los primeros seis meses del año en comparación con el mismo semestre de 2014.
Los problemas en Chery comenzaron el año pasado cuando empezaron a caer las ventas hacia Brasil y Argentina. En el primer caso, un escaso crecimiento económico se hizo notar en la demanda de vehículos por parte de los consumidores y por tanto en la importación de vehículos. Allí también pesó la pérdida de competitividad de los productos uruguayos.
En el segundo, a raíz de políticas restrictivas a las compras en el exterior que llevaba adelante (y todavía continúa haciéndolo) el gobierno de Cristina Fernández.
Entonces, la empresa china tomó la primera medida y envió a parte de sus trabajadores al seguro de paro. Ya desde septiembre no ensambló ningún vehículo. A fin de año, la empresa decidió ampliar la reducción y envió al subsidio al resto del personal, incluidos los cargos gerenciales.
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