Preocupa al gobierno la escasez de lluvias y sus efectos negativos en el rendimiento de la soja

Durante el Consejo de Ministros de este lunes, uno de los temas que estuvo sobre la mesa fue el déficit hídrico que atraviesa el país.

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, aseguró que la situación “no es alarmante”, pero sí “se la monitorea de forma permanente”.

Aguerre dijo que el Sistema Nacional de Información Agropecuaria informó sobre la “falta de lluvias en los últimos dos meses en casi todo el país”.

“La situación provoca la ocurrencia de aguadas que se secan, lo cual, a su vez, repercute en la disponibilidad de forrajes de buena calidad”, remarcó el secretario de Estado. Agregó que la depresión hídrica “afecta a los cultivos de verano y a las plantaciones de avena y pradera”.

Aguerre informó que las zonas más perjudicadas por falta de agua “se ubican en el basalto y en el Este en especial en superficie de sierras”.

“Es una situación de monitoreo permanente y, por suerte, el indicador verde hasta los últimos quince días era aceptable para lo que es un período de verano”, comentó.

El jerarca de gobierno aclaró que la situación “no podría calificarse como de sequía, porque ello ocurre cuando transcurren 90 días de déficit hídrico”.

“Esperemos que la lluvia pronosticada alivie al menos parcialmente la situación a nivel de los cultivos y las pasturas”, dijo.

Por otro lado, explicó que el gobierno trabaja junto al Banco Mundial en la configuración de un índice climático.

La soja

Asimismo, el secretario de Estado indicó que  la sequía afecta los rendimientos de la soja -el principal producto de exportación nacional- lo cual sumado a la caída de su precio internacional “puede llevar a que Uruguay pierda unos 1.700 millones de dólares”.

El precio de la soja cayó en más de un 30% en comparación con 2014, y si los rendimientos no sobrepasan los 2.500 kilos por hectárea a nivel nacional la pérdida tiene un piso de 600 millones de dólares.