"La Niña" aleja la lluvia

El fantasma de la sequía se pasea otra vez por cielo y tierra sobre Uruguay

Gentileza Urgente24

En Uruguay se ha venido hablando poco hasta ahora de esta afectación, quizás a modo de exorcismo, para no provocar sus espectrales consecuencias. Mejor no nombrarla por su nombre a la sequía, al menos en estos días de fiestas tradicionales, avalancha de turistas y estadísticas dichosas.

O quizás tenga olor a noticia vieja hablar de sequía en Uruguay, ¿otra vez?. Seguro que algunos jerarcas prefieren evitarla, no tanto a la sequía, faltaba más, sino a la noticia de la sequía. Tiende a asociársela con imprevisión. ¿Para qué nombrar la soga?

En Uruguay, por ahora, asomó la punta por el lado del sobrecosto energético por falta de agua en las represas. Y poco más. Algún «cable» perdido en las páginas pares contando la tragedia distante y ajena (¿?) que asoma en todo el sur de Brasil y en el nordeste argentino, incluído Entre Ríos.

Meteorólogos y agricultólogos locales están por estos días disfrutando el sol de este janeiro despejado. Seco.

 El costo eléctrico

Sólo en petróleo para alimentar las centrales térmicas y en pago a los megavatios importados, UTE está gatillando 4 millones y medio de dólares todos los santos días. La previsión de mil millones para todo 2012 viene bajando en picada. Como la cota de Salto Grande.

El Telégrafo, diario decano de Paysandú, desde donde se balconea  la «hidraulicidad» en primera fila, informa que la producción de las turbinas rusas está «cinco o seis veces más baja» que las marcas históricas. De los 30 mil megavatios «normales», se están generado apenas 5 mil.

Uruguay paga 290 dólares el megavatio/hora comprado a Brasil y Argentina, oh casualidad, lo mismo que le cuesta producirlo bombeando petróleo en las calderas de las termoeléctricas uruguayas. «Es lo que estaba previsto», declaran las autoridades implicadas, lo que equivale a decir «estaba cantado», da lo mismo.

 La tierra sedienta

El maiz y la soja son las estrellas del momento en el calendario agrícola regional. Allí los capos son, otra vez, Brasil y Argentina, donde ya está dada la voz de alarma por la escasez de agua de lluvia. Como son jugadores de primera en el mercado mundial, los precios responden al alza cuando su producción declina. Pero esa especie de compensación no alcanza ni lejos a cubrir las pérdidas.

Como en tantos otros casos, Uruguay sueña con beneficiarse de los nichos comerciales desatendidos por los grandes vecinos en desgracia. Pero en Uruguay tampoco llueve. Y si no llueve rápido, como temen los predictores, el país se verá «pidiendo agua por señas».

Y viendo cómo la generosa dádiva del turismo se va por donde entró.

El cielo despejado

Si el pronóstico meteorológico se confirma -nada por aquí, nada por allá- las pérdidas pueden multiplicarse. Esta » fase fría del fenómeno de El Niño Oscilación del Sur”, es decir, la supradicha  Niña que nos maltrae, produce escasez de precipitaciones desde Noviembre hasta Marzo en todo el sur continental.

¿Habrá que esperar hasta marzo? Depende. Para algunos sectores productivos no hace falta tanto para ver nubes en el horizonte.

 

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