Casal vendió a Varela pero el juicio lo pagarían la AUF y Nacional

Un negocio que le reportó más de U$S 3.000.000 de ganancia al empresario Franciso Casal podría terminar en un juicio millonario que deberían pagar el Club Nacional de Fútbol y la propia Asociación Uruguaya de Fútbol, por no haber respetado un contrato de representación que habían firmado los papás de Gustavo Varela, cuando este era aún menor de edad.

Un informe contable realizado por el perito contador Júpiter Pérez, a pedido de la señora jueza Civil de 10º Turno, es lapidario respecto a cómo fue la venta de Gustavo Varela al Schalke 04 de Alemania, en el año 2002.

La demanda por daños y perjuicios contra Gustavo Varela, Nacional y la AUF, la llevan adelante los empresarios Fernando Pavón y Daniel Carrero, y supera los U$S 1.000.000. La responsabilidad de la Asociación está muy comprometida en la causa porque fue notificada del convenio existente (telegrama colacionado mediante) entre las partes por los derechos de representación, e igual liberó el transfer de Varela al club alemán.

El informe del contador Júpiter Pérez desnuda una grosera violación a la Ley 14.996 del 18 de marzo de 1980, por cuanto Nacional vendió a Gustavo Varela en U$S 1.800.000, en julio del 2000, a la empresa panameña Darrel Equities SA, que integra un holding de empresas de Francisco Paco Casal.

En agosto de 2002, según documentación que visó el contador Pérez, Nacional fue utilizado como pantalla y figura transfiriendo a Gustavo Varela al Schalke 04 de Alemania por U$S 5.050.000. Sin embargo, esa cifra de dinero nunca ingresó a la contabilidad del club y el perito contable comunicó a la sede civil que el «beneficiario final fue la empresa Darrel Equities SA», presidida por el contador Julio Szafrán, con sede en la Av. 18 de Julio 878, Esc. 902.

 

Dirigentes mintieron a la DGI

El 21 de agosto de 2002, el presidente de Nacional, economista Eduardo Ache, y el doctor Walter García Torres, secretario general, habían declarado bajo juramento ante la DGI, que la transferencia de Gustavo Varela, «se realiza sin precio ni beneficio económico de clase alguna para el Club Nacional de Fútbol».

Pero esta declaración es falsa, y el abogado de una de las partes está analizando presentar denuncia penal contra los dos ex dirigentes de Nacional, según reconoció a LA REPUBLICA el doctor Scaperone.

Entre las desprolijidades que surgen del informe del contador Júpiter Pérez, figuran dos documentos firmados el mismo 20 de agosto de 2002, en los que Nacional establece que Gustavo Varela rescindió contrato con la institución y, por otro lado, el presidente de Darrel Equities SA, contador Julio Szafrán, comunica a los dirigentes de Nacional que el futbolista había sido vendido al Club Schalke 04 de la Bundes Liga Alemana, «por lo cual deberán ustedes enviar el transfer correspondiente a la brevedad».

El dinero del pase que pagó el club alemán por Gustavo Varela, U$S 5.050.000, fue cobrado por Nacional pero no ingresó a la contabilidad del club, según informó el contador Júpiter Pérez, sino que fue a parar a las arcas de la empresa panameña de Francisco Casal que, burlándose de las autoridades públicas y violando normas que son de Orden Público (Ley 14.996) en el país, maquilla este tipo de operaciones con su holding para eludir responsabilidades fiscales con el Estado.

La pericia del contador Júpiter Pérez es categórica y concluyente respecto a quién fue el beneficiario del pase de Varela, pero si la Justicia le da la razón a los empresarios Pavón y Carrero, el juicio lo tendrán que pagar Nacional y la AUF, porque seguramente el futbolista, bien asesorado, a esta altura no debe tener patrimonio dentro del país.

El Consejo Ejecutivo que preside el doctor José Luis Corbo está muy preocupado por el fallo judicial que, en primera instancia, estaría pronto a fines de octubre