El retorno del espíritu de Olof Palme en Suecia.

Durante mis primeros años en Suecia las denuncias a las dictaduras militares de Chile, Argentina y Uruguay ocupaban los medios comunicación siendo esta una manera de hacer justicia y sensibilizar a la población. La socialdemocracia , los liberales y el partido comunista sueco expresaban su repudio ante la represión desatada contra las instituciones democráticas incriminando la prisión de sindicalistas, estudiantes y dirigentes de los partidarios de la oposición. Las organizaciones como Amnistía Internacional y Cruz Roja, entre otras, visitaban Uruguay, especialmente el penal de Libertad, para conocer la situación de los presos políticos, haciéndose eco de esta manera de la campaña de solidaridad internacional. Las embajadas suecas funcionaban como salvación para muchos que huían de la represalia y de información de lo que estaba pasando durante esos años.

Fueron momentos en que la política exterior sueca estaba dominada por hombres de la talla de Olof Palme y Pierre Schori. Donde estaba en juego la defensa de los derechos humanos se alzaban sus voces. Olof Palme fue el primer estadista occidental crítico de la guerra de Vietnam y como represalia Estados Unidos llamó a su embajador. También fue implacable ante la intervención de la Union Soviética en Checoslovaquia y Afganistán. Además Suecia financiaba a la organización Congreso Nacional Africano en Sudáfrica que luchaba contra el Apartheid, liderada en su tiempo por Nelson Mandela.

Por esa razón siento una gran satisfacción cuando la Ministra de Relaciones Exteriores sueca, Margot Wallström, que había sido invitada de honor por la Liga Arabe a una conferencia en el Cairo, en agradecimiento por el reconociento de Suecia a la creación del Estado Palestino, aprovechando el forum, intentaría denunciar la situación de la mujer en Arabia Saudí y la falta de libertades, además de una condena al terrorismo que ha sido fomentado en parte por el régimen Wahabita.

La Liga Arabe interpretando de lo que iba el discurso, hecho que Wallström lo hizo saber con anterioridad, incurre en el desaire protocolar de prohibir su intervención.

Suecia ya había informado a Riad que revocaría el acuerdo de cooperación militar, la venta de armas y un pacto secreto en 2005, durante el régimen de Göran Persson, que incluye la colaboración en la instalación de un sistema de vigilancia electrónica, función que son una preocupación de los gobiernos totalitarios, el acuerdo se extendió durante el gobierno derechista de Reinfeldt.

El convenio también incorporaba una empresa fachada para ayudar a la construcción de una fábrica de armas, creado en reserva nada menos que por la Agencia de Investigación de Defensa sueca. Desde el momento que se conoció ha sido origen de polémica en los últimos años.

Arabia Saudí, según IHS Janes en Londres, ha sido el mayor comprador de armas en el año 2014. ¿ Dónde las utiliza? ¿Qué prepara?

La reacción no se hizo esperar, le recuerdan a Suecia que las leyes de su país se fundamentan en la sharia ( ley islámica) que “ garantiza los derechos humanos y protege la vida de las personas, sus propiedades, honor y dignidad. Riad llama a consulta el Embajador de Estocolmo por la supuesta injerencia de Suecia con su gobierno, lo mismo haría más tarde el gobierno de Emiratos Arabes. Además de retirar las visas a los hombres de negocios suecos.

La ministra ya había descrito como “medieval” en una entrevista a la BBC, la sentencia a latigazos y diez años de prisión a Raif Badawi por publicaciones en su blog Arabia red liberal que, entre otras cosas, enjuició a la Universidad Islámica Imam Mohammad ibn Saud de Riad de ser un nido de terroristas.

Muy difundido ha sido también el caso del ayatolá Al-Nimr que fue condenado a muerte, en octubre de 2014, porque había censurado la falta de libertades fundamentales y solicitaba apresurar reformas de la monarquía absolutista saudí. Además pedía más derechos para la comunidad chiita y otros minorías en el país. Por desgracia no alcanzaron las fuertes críticas de las organizaciones de derechos humanos y de algunos países para salvar la vida del ayatolá.

El enemigo interno de Margot Wallström es la derecha sueca y la organización empresarial que presiona al gobierno para que la ministra revierta sus postura, cabe recordar que lo mismo sucedió durante el tiempo de dictaduras en Chile, Argentina y Uruguay, compañías como Erikson, Volvo, Saab, Eletrolux, y otras, ven amenazados sus intereses ante situaciones donde se condena a los países por no respetar los derechos humanos y temen represalías comerciales.

Mientras tanto treinta países de la Organización de Cooperación Islamica (OCI) compuesta por cincuenta y siete condenaron a Suecia por “injerencia” y humillar al mundo árabe. Es clara la presión económica que ejerce hoy Arabia Saudí en el mundo musulmán sunita.

Arabia Saudí habla de injerencia cuando es responsable de la construcción de mezquitas que ha propagado por el mundo y, en donde en algunas, difunden la versión extrema del islam, lo mismo que la financiación del terrorismo por algunos principes saudis de los Califatos de Irak y Nigeria.

Un mero repaso en que consiste la aplicación de la Sharia ( ley islámica), estos son algunos de los castigos, se aplica la amputación de miembros, lapidaciones, crucificaciones, el adulterio es delito y se paga con la muerte, a la mujer violada con azotes en público, la libertad de culto no existe solo la sospecha de la práctica de otra religión se castiga con la muerte, a las mujeres no se le permite conducir, etc.

Arabia Saudí es hábil en abusar de su poderío económico valiéndose, algunas veces, de la complicidad de algunos actores occidentales, como los conocidos negocios turbios de la familia Bush con la dictadura.

La reacción de Abdlá bin Abdelazis y su régimen ante las críticas son típico del nazismo, de la misma manera que Suecia se ve afectada, también el Reino Unido ha sido perjudicado con la anulación de contratos de exportación y la expulsión de su embajador ante un documental que emitió la cadena ATV en 1980, La muerte de una princesa, sobre la princesa Mishaal bin Fahd al Saud que fue ejecutada por adulterio aunque otros dicen que fue asesinada.

El apoyo a Margot Wallström de la Unión Europea ha sido de poca importancia por el hecho que el discurso no se llegó a concretar. Suecia podría quedar sola como cuando Olof Palme encabezó de forma activa el movimiento de oposición a la guerra de Vietnam, calificando de “ genocidio intolerable” el bombardeo aéreo contra la población asiática. A Wallström y Palme se les puede calificar como Quijotes de la política internacional.

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