Terapia Sexual

Quiero manifestarle mi interés porque LA REPUBLICA publique el compendio de las preguntas efectuadas a su columna y las contestaciones dadas, para bien de todos los lectores. La felicito por su trabajo, no conozco ninguno como el suyo que aporte tanto a quienes no hemos tenido ningún tipo de educación sexual.

Agradezco su llamada y espero que el segundo libro sobre «Todo lo que los uruguayos querían saber sobre sexo y se atrevieron a preguntar» se distribuya pronto entre los lectores de LA REPUBLICA.

Permítame que discrepe con usted en cuanto a eso que dice de no haber tenido «ningún tipo de educación sexual». Siempre tenemos alguna educación sexual, a la que podemos llamar «informal» y que consiste, muchas veces, en no hablar sobre el tema, en ponerle sobrenombres a los genitales, etcétera. Esto ya nos está indicando algo, es decir, que es un tema privado o que no es bueno hablar de él, que los nombres originales de los genitales no se dicen, etcétera. De los amigos, de las películas, revistas, etcétera, vamos formando todo un bagaje de datos sobre los temas sexuales, que conforman lo que llamamos educación sexual informal, a la cual, de alguna forma, todos accedemos.

Por mi parte, cuando contesto preguntas que me efectúan los lectores, estoy brindando «Educación Sexual No Formal», pues la información que doy parte de los intereses de las personas y no sigue un orden prefijado. Cuando se brinda educación sexual siguiendo un programa, a esa forma de enseñanza la llamamos «Educación Sexual Formal» y esa es la carencia que la mayoría de la sociedad uruguaya tiene.

Me llegó una carta por correo electrónico sobre la que le quiero consultar. En ella se me advierte de los peligros de usar tampones, pues dicen que contienen sustancias tóxicas y nombran el asbesto, dioxinas y rayón. Hace años que los uso y quisiera saber qué opina ustedde esto y si puede ser verdad o no. Gracias y es muy buena su columna.

En el mundo existen varias de estas instituciones que cuidan de todos los productos relacionados con la salud y el medio ambiente. En nuestro país existe, en la órbita del Ministerio de Salud Pública, el Laboratorio de Evaluación y Control de Medicamentos, dispositivos terapéuticos, cosméticos y productos afines.

Buscando respuesta sobre el problema que me planteas, en la información disponible en la FDA (que es el organismo que realiza ese tipo de control en USA), encontré gran cantidad de material sobre el tema, ya que hubo muchas consultas de usuarias que, como en tu caso, recibieron alertas por internet y consultaron.

Los documentos descartan la existencia de asbestos en los tampones, producto de reconocida toxicidad, explican el uso del rayón porque es tan útil como el algodón para formar el cuerpo absorbente de los mismos. Averigué tamabién que éstos tienen además un recubrimiento de polietileno poliester que impediría cualquier tipo de adherencia del rayón a la vagina, tema por el que preocupa su uso como componente de los tampones. Los blanqueadores empleados no son dioxinas ni ningún otro producto que afecte la salud de las usuarias sino agua oxigenada o hipoclorito de sodio, ambos permitidos y reconocidos por su uso curativo y desinfectante.

Se explica también que los tampones son fabricados bajo estrictas normas de calidad y control (en el Uruguay lo realiza el MSP), de acuerdo a normas internacionales. De esto se deduce que lo que se autoriza en nuestro país es muy similar a lo que se aprueba o rechaza en el resto del mundo.

Aunque no me lo preguntas y hoy día es muy poco común, es bueno recordar que el uso excesivamente prolongado de un tampón o la falta de higiene en su colocación o extracción, puede provocar una infección ocasionada por la bacteria estafilococus, llamado síndrome de shock tóxico (ST) cuyos síntomas son: fiebre, vómitos, diarrea y mareos. Para prevenirla se aconseja lavarse las manos antes de ponerlos y de sacarlos y cambiarlos cada cuatro horas como máximo.

La Psicóloga Secóloga Soledad Márquez, es Vicepresidenta de la Sociedad Uruguaya de Sexología, Coordinadora General del Departamento de Educación Sexual de la S.U.S. que trabaja en convenio con la IMM, e integrante del Comité de Acreditaciones de los Sexólogos que se rige por el reglamento de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (F.L.A.S.S.E.S.). Desde abril del 98, LA REPUBLICA cuenta con su aporte en esta columna y con su coordinación del Foro sobre Sexualidad en «LA REPUBLICA por Internet». Por consultas particulares o para esta Sección se la puede llamar al 908.45.10 o por correo electrónico a «solmar@chasque.apc.org.

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