¿Cuánto ejercicio necesitas para una larga vida? Estudio lanza importantes revelaciones

Cuando se trata de vivir una vida prolongada y saludable, varios factores entran en juego. Algunos de estos son inalterables, mientras que otros pueden modificarse. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Jyväskylä ha arrojado luz sobre la importancia del ejercicio, pero también destaca que adoptar otros hábitos saludables puede tener un impacto aún más significativo.

Muchos aspectos influyen en la búsqueda de una vida longeva y plena. Factores como la genética y el género son inmutables, pero se pueden modificar numerosos hábitos, entre ellos la alimentación, la actividad física, la gestión del estrés, el abandono del tabaco y la garantía de un sueño adecuado.

Este estudio, aún en revisión por expertos, desafía la creencia común de que el ejercicio por sí solo es el principal impulsor de la longevidad. La Sra. Anna Kankaanpää, investigadora del Centro de Investigación en Gerontología de la Universidad de Jyväskylä, explicó a Medical News Today que su investigación buscaba esclarecer discrepancias observadas en estudios anteriores.

Contrario a estudios previos que sugerían una asociación independiente de factores genéticos con la actividad física, los resultados de este nuevo estudio señalan que otros hábitos de vida saludables podrían desempeñar un papel crucial en la búsqueda de una vida más larga.

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Longevidad con salud: el ejercicio en perspectiva

El estudio pone de manifiesto que el ejercicio, aunque importante, podría no ser un factor determinante por sí solo. Investigaciones previas han mostrado vínculos entre la actividad física y la reducción del riesgo de mortalidad por diversas causas y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, algunos estudios recientes, como uno publicado en diciembre de 2021, desafían esta noción al proponer que el ejercicio no necesariamente reduce la mortalidad en adultos mayores o personas con enfermedades crónicas.

Esto sugiere que otros factores, más allá del ejercicio, podrían influir en la longevidad de una persona. La Dra. Kankaanpää y su equipo utilizaron datos de más de 11,000 pares de gemelos adultos finlandeses para analizar la relación entre la actividad física en el tiempo libre y el riesgo de mortalidad a lo largo de 45 años.

Al finalizar el estudio, se encontró que los participantes sedentarios tenían un riesgo de mortalidad un 15% a 23% más alto en comparación con aquellos activos. Sin embargo, cuando se consideraron otros factores del estilo de vida, como el índice de masa corporal, el estado de salud, el consumo de alcohol y el tabaquismo, la tasa de mortalidad de los sedentarios se redujo hasta un 7%.

¿La clave está en un estilo de vida saludable en general?

Los resultados sugieren que la relación beneficiosa entre el ejercicio y la reducción del riesgo de mortalidad puede deberse no solo al ejercicio en sí, sino a un estilo de vida saludable en general. La creencia común de que el ejercicio compensa hábitos perjudiciales, conocida como «creencia compensatoria», fue respaldada por este estudio.

El Dr. David Cutler, médico de medicina familiar, destacó que realizar ejercicio no contrarresta una dieta poco saludable, el tabaquismo o el consumo de alcohol. Señaló que las mejoras significativas en la salud se logran a través de medidas simples, como evitar la obesidad, mantener la presión arterial normal, no fumar, controlar la diabetes y tratar el colesterol alto.

Un enfoque equilibrado para una vida más larga

El Dr. Cheng-Han Chen, cardiólogo intervencionista, comentó que aunque este estudio se realizó en una población específica de Finlandia, sus hallazgos son consistentes con investigaciones previas. Destacó la importancia de la actividad física moderada y subrayó que no es necesario realizar niveles extremos de ejercicio para obtener beneficios para la salud.

A medida que avanzamos en la comprensión de los factores que influyen en la longevidad, queda claro que el ejercicio, aunque valioso, es solo una pieza del rompecabezas. Adoptar un enfoque integral hacia un estilo de vida saludable podría ser la clave para alargar y enriquecer nuestras vidas. Queda por delante investigar más a fondo las razones detrás del envejecimiento biológico acelerado observado en aquellos que son físicamente muy activos y cómo este conocimiento puede aplicarse a diferentes poblaciones en todo el mundo.