Unanimidades: América Latina toda respalda la suspensión de Paraguay, y los jefes opositores uruguayos están todos en contra

El ex presidente de Uruguay Luis Alberto Lacalle Herrera, uno de los firmantes del tratado del Mercosur, calificó de «lamentable» la exclusión de Paraguay del bloque regional, en una rueda de prensa en la capital paraguaya, adonde arribó este viernes.

«Donde se violaron los términos del tratado fue en Mendoza. Me parece lamentable», sostuvo el político del Partido Blanco, que actualmente funge de senador en su país.

Tras asegurar que en Paraguay el traspaso presidencial de Fernando Lugo a Federico Franco se hizo de acuerdo con las normas constitucionales y que «mientras se respeten las normas nadie tiene que meterse en los asuntos internos de los países».

«Quiero preguntar yo. ¿En Venezuela no pasa nada que sea digno de la atención de estos tan cuidadosos constitucionalistas como los que están reunidos en Mendoza?», interrogó con ironía.

Agregó que al Mercosur «lo fundamos en Asunción, en marzo del 91. Era una organización económica y comercial».

«Lamentablemente los gobiernos de izquierda y centroizquierda que han ido apareciendo en los distintos países fundadores le han dado un tono de solidaridad ideológica que nada tiene que ver con el Mercosur», puntualizó.

Dijo estar dispuesto a oficiar de intermediario «para que la verdad de lo ocurrido se sepa en América y en todo el mundo».

Coro opositor

Argentina, Brasil y Uruguay provocaron un «golpe de estado» al Mercosur al decidir la suspensión de Paraguay del bloque debido a la destitución del presidente Fernando Lugo, y permitir el ingreso de Venezuela al bloque, señaló el sábado la oposición política uruguaya.

«Es un golpe de estado en el Mercosur, es una ruptura de la relación jurídica, una interpretación abusiva de los derechos que tienen los estados», dijo a la AFP el senador y ex canciller del Partido Nacional Sergio Abreu.

Con el apoyo que dio Uruguay a la decisión impulsada por Argentina y Brasil «no se está defendiendo el derecho internacional y como país pequeño siempre debe ceñirse a las normas internacionales porque mañana nos puede pasar a nosotros», agregó Abreu.

En la cumbre de presidentes celebrada en Mendoza (oeste de Argentina) el Mercosur suspendió «temporalmente a Paraguay hasta que se lleve a cabo el proceso democrático que nuevamente instale la soberanía popular» tras las elecciones de abril de 2013, y «fijo la fecha del 31 de julio» para en una reunión en Rio de Janeiro incorporar a Venezuela al bloque.

Paraguay, socio pleno del Mercosur junto a Argentina, Brasil y Uruguay, era el único país cuyo parlamento no había aprobado el ingreso de Venezuela al bloque.

«Siento vergüenza por la actitud del gobierno uruguayo», dijo a la AFP Pablo Mieres, presidente del izquierdista Partido Independiente (PI), ya que «a la barbarie de haber suspendido a Paraguay» se sumó «otro disparate al prescindir del parlamento paraguayo, ya que el país sigue siendo miembro del bloque».

Las decisiones tomadas en Mendoza «completan la destrucción del Mercosur, destruido en lo comercial hace mucho tiempo por decisión de los países grandes y ahora se suma esta destrucción desde el punto de vista político», agregó Mieres.

Mieres resaltó que el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, «nos mintió a todos» al afirmar en la semana que la suspensión de Paraguay no era para incluir a Venezuela, y por tal motivo «será llamado a responsabilidad».

Para el senador colorado y ex vicecanciller Ope Pasquet, «se optó por sacrificar al país chico y pobre para darle entrada al país rico», lesionando «la confianza entre los países del acuerdo y deteriorando la integración regional».

Pasquet se sumó a las voces de Mieres y Abreu al considerar inminente un pedido de explicaciones a Almagro sobre las decisiones que apoyó Uruguay, en un llamado parlamentario en los próximos días.